La Galera, 2017. 200 páginas. ¿Puede un libro para niños tener metaficción? Pues sí, aquí está la prueba. Metaficción a lo grande. Un niño no quiere leer un libro que todo el mundo le recomienda. Cuando se pone a ello -a regañadientes- la protagonista del libro sale del mismo para quejarse. Se establece así un juego entre lo que es el libro propiamente dicho del que nosotros también somos lectores y los comentarios que lector y protagonista hacen del mismo. Esto da pie a numerosos juegos entre los que se incluyen críticas a los tópicos de libros infantiles, cameos de los autores del libro, y un final con doble tirabuzón de moebius. Porque Jaume Copons tiene talento para esto y más. Como el libro trata acerca del hecho de escribir, el juego de espejos es triple (o cuadruple, que ya no sé donde estoy). En literatura dirigida a niños. Que, por supuesto, lo smayores podemos disfrutar tanto o más. Repito: gracias por proporcionarme una lectura que puedo compartir con mi hija al mismo nivel. Muy recomendable.
Combel, 2016. 152 páginas. Una extraña abeja robot manejada por el malvado doctor Brot pica al señor Flat. Para su desgracia le inocula un veneno que destruye la capacidad de pensar. Agus y el resto de monstruos tendrán que buscar un antídoto antes de que los efectos sean irreversibles. Deben ir a la búsqueda del Mago Pan, que escapó de libro en libro. Los momentos más divertidos son el progresivo deterioro del señor Flat (con unos dibujos de Liliana realmente tronchantes) y el encuentro con caperucita roja y su madre, que no son precisamente unas tiernas e inocentes criaturas. También algunos secretos que no vamos a revelar aquí.
Combel, 2014, 2015. 148 páginas. Agus tendrá que salvar un restaurante de las maquinaciones del malvado Dr. Brot, del que descubriremos algún secretillo. Como siempre la ayuda de los monstruos será clave para el éxito de la misión. No es de los mejores de la serie (todavía tendrá Jaume que encontrar el punto óptimo entre referencias e historia), pero sigue siendo una delicia.
Combel, 2015. 150 páginas. Agus y sus amigos tendrán que impedir que construyan en el parque un centro comercial. Un libro para niños que te arranca carcajadas y que se aprovecha del Cyrano de Bergerac y de Enrique V para animar a la lucha por lo que es tuyo va mucho más allá de lo meramente infantil. Un libro que incluye esta página debería ser de obligada lectura para todos los políticos, especialmente para aquellos que decían ser de izquierdas:
Combel Editorial, 2015. 146 páginas. Aprovecho el día de navidad para colgar lo que bien podría llamarse como la primera lectura compartida con mi hija. Cuando leyó el primer libro de esta saga me comentó ‘No pensaba que la lectura era tan divertida’. Casi me caigo al suelo. Después cada noche antes de dormir me pedía que le dejara leer ‘dos páginas más, por favor’, y yo dudaba entre permitírselo ¡cómo no! o utilizar psicología inversa y prohibir para aumentar el deseo. Pero antes de dejarle este libro, el cuarto de la saga, pensé que debía leerlo yo primero, como padre responsable que soy. Hay que tener mucho cuidado con las lecturas de nuestros hijos y vigilar que transmitan buenos valores. Si no luego se nos pueden dar a la mala vida y hacerse agentes de la propiedad o, peor aún, neoliberales. El Agus se va de excursión a una granja escuela en el pueblo de Verdúria y mete en el equipaje a todos sus monstruos. Afortunadamente, porque no será una excursión tranquila. A Verdúria viaja también el malvado Dr. Brot y su risa malvada empeñado en robar una moneda de oro que, según cuentan las leyendas, provocó hace tiempo…