El libro gira alrededor de las aventuras de Nil, seductor cuarentón de muchachas quinceañeras y ocasional visitante de paraísos sexuales donde aprovecha para usar los servicios de niños de 12 años. Libro polémico porque el autor se declara abiertamente pedófilo, lo que hace que se lea no tanto como ficción sino como defensa de un modo de vida afortunadamente ilegal. Pese a todo el comportamiento del protagonista se mantiene en todo momento dentro de la legalidad: en Francia sólo tiene relaciones con chicas mayores de 15 años (edad de consentimiento en ese país). El libro me ha parecido horrible. Me imaginaba un libro provocador pero con buen estilo, como podría ser Lolita de Nabokov. Y me he encontrado un texto infantiloide, pésimamente escrito y éticamente discutible. Vayamos por partes. Si le quitamos al libro todos sus problemas éticos y si las relaciones fueran todas entre adultos y consentidas tendríamos un culebrón sentimentaloide con un protagonista narcisista y quejica que liga a manos llenas pero siempre está recordando amores perdidos. Más que un cuarentón que se enamora de adolescentes parece la fantasía de un adolescente que se imagina mayor. Ni siquiera tiene escenas subidas de tono, cuando las hay son invariablemente…