Fernanda García Lao. Teoría del tacto.
Cuentos / octubre 3, 2025

Candaya, 2023. 122 páginas. No pongo la habitual lista de cuentos porque es bastante larga. Son textos muy breves, en ocasiones hasta de media página, pero cada uno de ellos condensa una historia que se derrama por los márgenes y nos hace pensar en todo lo que puede haber detrás y lo que pasará después. Si seguimos la división de los relatos en aquellos que tienen inicio, nudo y desenlace y los que nos dan una rebanada de vida, los de este libro pertenecerían a los segundos pero, a la vez, nos dejan clara cuál es la conclusión, no porque esté explícita, sino porque la autora nos da las herramientas necesarias para imaginarla. Además, la calidad media es altísima, hay muy pocos relatos que sean insustanciales, y algunos son una verdadera obra maestra. Yeso o El monstruo que heredé me han parecido sublimes. Muy bueno. El frío y la lluvia se colaban por mi abrigo en mal estado, incluso antes de abandonar el techito donde nos refugiábamos. Teníamos una fecha en una sala inmunda que gozaba de cierto prestigio a pesar de la mugre y había que probar los textos con urgencia. Estrenábamos en tres semanas. El cuerpo entumecido de…

Fernanda García Lao. Nación vacuna.
Novela / diciembre 30, 2021

Candaya, 2020. 142 páginas. En un universo en el que Argentina ha ganado la guerra de las Malvinas, pero a costa de que un virus terrible azote esas islas, se crea un extraño comité para seleccionar a unas mujeres que, convenientemente vacunadas, hagan renacer la vida en ese territorio. De aires inconfundiblemente kafkianos asistimos a los sinsabores de un funcionario de medio pelo, que está ahí por recomendación, y que arrastra una cantidad considerable de traumas. Pocas cosas tienen sentido en una serie de acontecimientos asfixiantes. Personalmente me ha dejado frío. Bien por el ambiente y bien por la escritura, pero no me ha interesado nada de lo que se cuenta, ni siquiera -o a causa de- estar trufado de abundantes escenas de sexo. Es corto y se me ha hecho largo. Se deja leer. Arrastro a Erizo hasta el archivador y la manoseo toda. Nos chupamos en silencio. Erizo se pliega. Me hago púa entre sus piernas. En lugar de ir al vacunatorio, me lleva a su habitación. No sé si son las cápsulas, pero algo en mi sistema nervioso se ha desbocado. La tiro sobre la cama. Tiene las tetas perfectas. Mordisqueo un poco a ver hasta dónde….