El Aleph editores, 2012. 240 páginas. Trad. María Llopis Freixas. Hay un club clandestino de hombres que se reúnen para contar sus despechos amorosos y buscar un poco de consuelo. La novela sigue las andanzas de un colocador de ventanas que decide gastarse sus ahorros en contratar los servicios de prostitutas, un filósofo que entabla una relación con una supermodelo y un maldito de la vida al que las mujeres no hacen caso que recibe la visita de una mujer misteriosa en su casa. Buf… cuando leo libros como éste me pregunto dos cosas. Cómo es posible que lo traduzcan, y de qué manera se ha colado en mi lista de libros pendientes de leer. Me ha parecido acartonado y cuando leí que estaba escrito en el 2012 no daba crédito, parece de los años 60. Lo peor no es el machismo que respiran cada una de sus páginas, ni siquiera lo estúpido del comportamiento de sus protagonistas (al fin y al cabo el autor no son sus personajes). Lo peor es lo banal de las relaciones que se pintan, los clichés baratos de cómo reaccionan y la poca profundidad de todo. Estuve a punto de abandonarlo a las 30…