Centro dramático nacional. Obra de teatro asfixiante en el texto y en la puesta en escena. El argumento es tan sencillo como irrelevante: la reunión. Una familia se une para comer y, a lo largo de una hora y cuarto, salen a la luz todos los sentimientos que hasta entonces contenía una presa invisible. En esta pieza hay una energía contenida, un revolver cargado de insatisfacción y violencia. La sencillez de la rutina y la miseria cotidiana le sirven para hacer creíble el desmoronamiento de una familia. […] Tres hermanos, Rainer, Roger e Iván, vertebran esta reunión familiar. Les unen frágiles lazos. Y en esa cadena, los eslabones más frágiles son sus mujeres. (Miguel Ayanz, ‘La Razón’, 05-05-2007) Comentarios: Mujeres soñaron caballos Ulrica.- (Larga pausa. Ella lo mira duramente). Treinta. De pronto los jinetes miran hacia la ventana y ven a la mujer asomada. Las miradas se encuentran. Todo se detiene. Nada más que dos segundos, tres, que en… Rainer.- (Adelantándose). Sí, sí, que en cine es mucho. Ulrica.- (Larga pausa. Ella mira con fastidio a Rainer). La mujer comienza a transpirar. Pero los jinetes le sonríen, la saludan con sus gorras y siguen de largo sin imaginar lo que…