Salamandra, 2017. 366 páginas. Sandino, taxista leído y en plena crisis matrimonial, se ve envuelto en un par de tramas que le harán ir arriba y abajo de Barcelona en una semana que más bien parece una noche interminable. Lo saqué de la biblioteca porque me apetecía leer algo ligerito y sin duda ha cumplido su cometido. Acción, intriga, una Barcelona de la noche llena de seres marginales y bajos fondos… todo con una banda sonora imaginada de los Clash de fondo. El autor se intenta alejar de la escritura plana habitual en el género negro, y hay buenas páginas, e incluso las tramas de novela negra están bien. El problema es que se abusa de los clichés, empezando por ese protagonista con una mujer en cada parada y cargado de malditismo que, en mi humilde opinión, es un tópico completamente gastado. En general ha gustado: Taxi y Taxi . Entretenida. ¿A qué viene esto ahora? —Sandino, yo también tengo algo de amor propio. No soy un puñetero reposapiés. Llevas dos días haciéndome sentir la farfollas más grande de la tierra y derramando compasión aquí y allá. Ya te expliqué cómo fue. Devuelvo las pastillas; el dinero, no. —Sofía, el…