Alrevés, 2012. 284 páginas. Me lo dejó mi amiga C. (es bueno tener amigos que presten lecturas) que me indicó el por qué del título. Un cerdo y una gallina fueron a almorzar juntos huevos con tocino; la gallina colaboró pero el cerdo se implicó. De igual manera hay periodistas que se implican arriesgándose para denunciar abusos de poder. Algo que ahora es más necesario que nunca. Un robo en los contenedores del puerto pondrán a la periodista Patricia Bucana tras la pista de una historia en la que descubrirá el alcance de la corrupción en la ciudad de barcelona. Policía, jueces, empresarios… ni siquiera sus personas de confianza serán lo que parecen. El autor es periodista y se nota en la prosa, pero lo que falta de literario se compensa con el retrato de unos bajos fondos que no siempre están en los suburbios. Y cuantas cosas más pasarán sin que nosotros nos enteremos. Otra reseña aquí: Cerdos y gallinas. Carlos Quilez Calificación: Bueno. Extracto: El gerente de la compañía tomó la palabra: —La situación es muy difícil. Hace dos meses planteamos al comité de empresa una reducción de plantilla del dieciocho por ciento y la supresión de las…