Ignoro si el títuo hace honor al contenido y realmente estas historias le han pasado realmente a Nacho Casanova. No importa demasiado porque no hay truculencia, son historias cotidianas, bien escritas y dibujadas, que nos pueden pasar a cualquiera (y algunas, como la pareja que va al cine, nos pasan). Pero esa sencillez, que es su principal virtud, también es su defecto, porque a mí no ha llegado a emocinarme demasiado. Leeré los dos siguientes volúmenes, sí, pero no voy a ir corriendo a por ellos. Dicen que los siguientes volúmenes mejoran, ya les contaré. Para pasar el rato y esbozar alguna sonrisa de ternura.
Tiene su propia entrada en la wikipedia, Aventuras de un oficinista japonés, y se lo merece. Una historia que tuvo unos comienzos humildes, unas pocas páginas para un fanzine, pero Rubin le dijo que esto daba para más… y vaya si lo da. El título lo dice todo, un oficinista sale del trabajo y camino de su casa le ocurre de todo. Las aventuras incluyen desde familias caníbales hasta fantasmas japoneses, pasando por el cielo y el infierno. Surrealistas y desaforadas pero sobre todo poderosamente imaginativas. Con un dibujo a la altura. Como aperitivo puede visitarse su tumblr: Aventuras de un oficinista japonés y para leer otras opiniones diferentes pero más entusiastas todavía pueden ir aquí: “Las aventuras de un oficinista japonés”, de José Domingo. , JOSÉ DOMINGO Aventuras de un oficinista japonés o Aventuras de un oficinista japonés (José Domingo). Extracto: Y es que Domingo, hasta que alguien nos sorprenda pasado mañana, nos ofrece no solo uno de los cómics más innovadores formalmente de los últimos tiempos sino que además lejos de enrocarse en una temática ombliguista y aburrida de autor iluminado lo hace mediante una historia referencial, sí, pero imaginativa, amena y divertida no exenta por ello de…