Wunderkammer, 2019. 158 páginas. Si el término flâneur hace referencia al paseante, normalmente artista, que deambula por la ciudad observando el mundo que le rodea, este libro es un homenaje a las flâneuses, mujeres que reivindicaron ese espacio reservado a los hombres. A riesgo de hacer espoiler me gusta lo que aparece al final del libro: Las fláneuses son aquellas mujeres que pensaron la ciudad y pensaron el espacio que habitaban, son las mujeres que reclamaron su espacio, que lo construyeron a pesar de las limitaciones, son las mujeres que transgredieron los límites geográficos, morales, sociales y económicos para construir un nuevo escenario del que formar parte. De ahí que la escritura sea indisociable del caminar a la hora de definir las fláneuses, porque estas ocuparon el espacio construyendo un nuevo relato, subiendo a la tribuna y tomando la palabra. Mujeres que pasaron de ser observadas a observar, de ser narradas a narrar. Que controlaron su propio relato escapando de las etiquetas de una sociedad que las encajonaba en unos compartimentos estancos de los que no se podía salir. Mujer del hogar, mujer fatal, prostituta… hasta el punto que sólo disfrazándose de hombres muchas consiguieron conquistar ese espacio. Recomendable. La…