Editorial Anagrama, 1999. 120 páginas. ¿Arte?¿Contemporáneo? Ya comenté en esta entrada que Vidal-Folch es un autor que me gusta. Decidido a reestrenar la biblioteca de al lado de mi casa tomé en préstamo este libro que prometía ser interesante. Nos encontramos en Holanda, donde Cees Wagner, director del Stedelijk Museum, ha conseguido lo imposible; conseguir que el hombre de la calle se interese por las más rabiosas vanguardias. Exposiciones interesantes y apariciones en televisión rubrican su éxito. Hasta que un día Kasperle, un joven artista, lo utiliza como motivo de una obra de arte. ¿Conseguirá Wagner soportar con entereza el bofetón conceptual? Estoy seguro de que la sin par Vailima disfrutaría de este libro. La historia sirve de excusa para una serie de reflexiones sobre el estado del arte contemporáneo. No se pierdan las que aparecen en el diálogo entre Wagner y su amigo Lammers reproducidas al final de la entrada. Aunque es un extracto un poco largo, merece la pena. Curiosamente, mientras leía el libro me venía a la cabeza el teorema de Gödel, que viene a afirmar que en cualquier sistema matemático lo suficientemente potente como para incluir los números naturales existen aformaciones que son verdaderas, pero que…
Editorial Anagrama, 1984. 254 páginas. Colección de máscaras El tercer libro que tomé en préstamo de la biblioteca. Me habían gustado tanto los cuentos de Pitol que quería probar con alguna novela; de ahí que comprara El tañido de la flauta (tercero en la lista de esclavo lector) y me llevara éste. El libro no es una novela, sino un desfile. El protagonista es un historiador mexicano al que el hallazgo casual de unos documentos le hace recordar un nebuloso suceso de su infancia. Cuando tenía diez años dispararon en la puerta de su edificio a los invitados a una fiesta. El resultado, un muerto y dos heridos. Decidido a averiguar lo ocurrido años atrás se entrevistará con cuantos conocidos puedan darle información del suceso. La resolución del misterio es lo de menos; Pitol aprovecha para mostrarnos una singular galería de personajes; la tía del protagonista, de una nobleza venida a menos, la hija de una intelectual a la que le gustan las bromas coprofágicas, la organizadora de la fatídica fiesta, glamurosa dueña de una galería de arte, un excéntrico escritor no del todo en sus cabales y un misterioso y sórdido personaje al que el protagonista no logra conocer…
Editorial Anagrama, 2005. 245 páginas. Narraciones extraordinarias Lo compré estas navidades para autoregalármelo y tuve la suerte de encontrar todavía la primera edición -ventajas de comprarlo en un pueblo- antes de la reedición obligada tras la concesión del Cervantes. Aunque tenía muchas ganas de leerlo no pude; éste era el libro que la desesperada búsqueda de una hipoteca me impidió leer. Como si estuviera en un bucle infinito debía releer los párrafos porque no me había enterado de nada. Pasados los nervios pude disfrutar de su lectura. En la portada encontramos el siguiente texto, donde nos descubren el origen del Pitol escritor: Dice Pitol que en unas vacaciones, solitario en una casa de campo, comenzó a escribir sus primeros cuentos. Debía de tener veintitrés o veinticuatro años. Pasaba allí la convalecencia de una ruptura amorosa, también la primera. Se proponía odiar al mundo, pero no lo conseguía. Por las mañanas escalaba las alturas de una cordillera donde se enclavaba su cabana. En esos paseos intentaba rodearse de una aureola romántica, decadente, aun diabólica. Buscaba los acantilados más escabrosos, los más peligrosos, pero al llegar allí cualquier tentación tanática se disolvía de inmediato; le venían a la mente los acantilados de…
Editorial Anagrama, 1992. 329 páginas. Tit. Or. Hitsuji o meguru boken. Trad. Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala. Cacería metafísica Murakami por aquí, Murakami por allá. Que si su útlima novela es comercial y ha perdido garra, que si no es verdad, que si tomba, que si gira… Me había propuesto leer algo de este autor por aquello de que algo tendrá el agua cuando la bendicen, cuando me encuentro esta entrada de Francisco Herrera y descubro que, como tantas otras veces, ya lo había leído. Compré ‘Crónica del pájaro que da cuerda al mundo’ por su extraña y Mironiana portada (que fuera de Tusquets también ayudó un poco) y me encontré más de lo que esperaba. Una espléndida novela difícil de clasificar. Quedó apuntada para relectura y lo recomendé y presté mucho en su momento. Me impresionó, sobre todo, el protagonista. La confianza más allá de la duda que deposita en su mujer, narrada con envidiable maestría, fue capaz de hacerme replantearme mi actitud ante la vida. ¿Ustedes creen que la literatura puede hacernos cambiar? En mi caso fue así. Animado por estos antecedentes cuando vi -casualidades de la vida- La caza del carnero salvaje en la estantería de novedades de…
Anagrama, 1988. 140 páginas. Reencuentro No he encontrado mucha información sobre Bonells. Apenas que quedó entre lo finalistas del planeta con El olvido. Incluso la solapa del libro es escueta; tan sólo nos informa de que nació en 1951 y vive en Francia desde 1970. Esta parece ser su primera novela, con la que quedó finalista del premio Herralde. Al cabo de quince años de separación, un padre y un hijo vuelven a encontrarse y a vivir juntos, aunque invirtiendo los términos de la relación: ahora es el hijo quien cuida del padre, le busca un empleo, le ofrece un techo. Así se resume el libro en la contraportada. La historia, a la que hay que añadir la amante del hijo y el peligroso camino al manicomio donde trabaja el padre no tiene mucho más. Destaca por una prosa fragmentada y muy cuidada que le da categoría al libro. Pese a todo, no es de los que quedan para el recuerdo. Quizá por ser una obra primeriza, pero si su otra novela quedó finalista del Planeta ya no sé que decir. (Un día, un libro 356/365) Escuchando: Guardian Angel. Clovis.