Alfaguara, 2004. 114 páginas. Novela sobre el deseo femenino ambientada en un lugar imaginario similar a Marruecos, con un lenguaje poético muy cuidado pero con una historia que me dejó completamente frío. Creo que no hay nada peor para un libro que hace gala de erotismo. Aquí una reseña: Los nombres del aire y seguramente saqué la recomendación de aquí: Los nombres del aire, antes de darme cuenta de que las recomendaciones del país se limitan a su escudería y no separan el grano de la paja. Se deja leer. El coro de dragones es algunas veces rugido y otras alegría de la ciudad, es también su lamento, su más hondo canto. Para los marinos que a lo lejos lo oyen es el anuncio de que la carne por fortuna es débil, y de que sus inquietudes, que hace poco eran ambiguas e inconsistentes, tomarán ahora un cuerpo deleitable; como almas que vagaron puras y perdidas y que, por un descuido de su destino, reencarnan gozosas en un momento de lujuria verdadera. En Mogador, los frágiles deseos de uri marino, de una mujer en su ventana, de un extranjero, de un vendedor de pescado, siempre parecen tomar cuerpo cuando los…