Pepitas de calabaza, 2014. 116 páginas. Tit. Or. Discurso sobre o filho da puta. Trad. Jorge Carrasco. En 1988 Cipolla (¡qué mala rima!) nos explicó que subestimamos el número de estúpidos que hay en el mundo. Pero once años antes el poeta y performer Alberto Pimenta ya nos había explicado algo mucho peor: que estamos rodeados de hijos de puta. Hijos de puta grandes, hijos de puta pequeños, que no dejan hacer, que siempre están haciendo, que nacen y se hacen, que no les compensa ser hijos de puta pero ahí están. No es difícil reconocer en estas páginas los rasgos de muchas personas de nuestro alrededor. Terrible y muy gracioso. Por si alguien no se percata del carácter humorístico del libro los pies de página, comentarios de un supuesto profesor de literatura, que enfatizan la idea de que el mejor tesoro es un buen libro, terminarán de arrancarle las carcajadas. Una verdadera delicia. Adjunto el pertinente fragmento, pero dada la breve extensión del libro les animo a buscarlo y leerlo (editado, además, por mi querida Pepitas de calabaza) Es sobre todo en esas ocasiones cuando él, el hijo-de-puta, se queja, cuando aparece en todos los sitios diciendo que «esto…