Editorial Anagrama, 2004. 1125 páginas. La parte de los crímenes Con una minuciosidad horripilante Bolaño nos describe todos y cada uno de los crímenes que van ocurriendo en Santa teresa y alrededores. No nos ahorra horror alguno, y junto con el malestar de los asesinatos ocurridos por algún motivo que parece demoníaco, nos golpeará el de las muertes acometidas por asesinos más normales; novios, amantes, familiares. La vida de los judiciales encargados del caso, de los periodistas que lo han investigado, de algún extraño complot y del único acusado en firme son los únicos descansos que encontramos. Citas: El basurero no tiene nombre oficial, porque es clandestino, pero si tiene nombre popular: se llama El Chile. Durante el día no se ve un alma por El Chile ni por los baldíos aledaños que el basurero no tardará en engullir. Por la noche aparecen los que no tienen nada o menos que nada. En México DF los llaman teporochos, pero un teporocho es un señorito vividor, un cínico reflexivo y humorista, comparado con los seres humanos que pululan solitarios o en pareja por El Chile. No son muchos. Hablan una jerga difícil de entender. La policia preparó una redada la noche…
Editorial Anagrama, 2004. 1125 páginas. La parte de Fate Fate es un reportero estadounidense que trabaja para la revista ‘Amanecer Negro’. Su madre acaba de morir y le encargan realizar un reportaje sobre un combate de boxeo que se celebra en Santa Teresa. Allí descubrirá la horrible serie de crímenes que están sucediendo en el pueblo. Conocerá también a Rosa y sus amigos y a su padre, Amalfitano. Éste le pedirá que se lleve a su hija de Santa Rosa. Citas: Todo pasaba por el filtro de las palabras, convenientemente adecuado a nuestro miedo. ¿Qué hace un niño cuando tiene miedo? Cierra los ojos. ¿Qué hace un niño al que van a violar y luego matar? Cierra los ojos. Y también grita, pero primero cierra los ojos. Las palabras servían para ese fin. Y es curioso, pues todos los arquetipos de la locura y la crueldad humana no han sido inventados por los hombres de esta época sino por nuestros antepasados. Los griegos inventaron, por decirlo de alguna manera, el mal, vieron el mal que todos llevamos dentro, pero los testimonios o las pruebas de ese mal ya no nos conmueven, nos parecen futiles, ininteligibles[…]Durante la Comuna de 1871 murieron…
Editorial Anagrama, 2004. 1125 páginas. La parte de Amalfitano La parte más corta del libro. Bolaño nos narra la historia de Amalfitano y de su hija Rosa. Amalfitano vivió en Barcelona hasta que su mujer, trastornada, decidió ir en busca ‘del poeta de Mondragón’. Después se trasladó a Santa Teresa, lugar dónde se suceden los misteriosos crímenes. Un libro colgado en una cuerda de tender ‘al estilo de Duchamp’ y una extraña voz que habla con él, obsesionada con la homosexualidad, conforman su extraña pero apacible locura. Su historia continuará en la siguiente parte. Citas: Hablo desde un taller en donde el caos es sólo una máscara o una leve fetidez de anestesia. Hablo desde un taller con las luces apagadas en donde el nervio de la voluntad se desprende del cuerpo y repta, automutilada, por entre la basura. Hablo de las cosas sencillas de la vida. Le evocó a Marco Antonio los testimonios de aquellos que han entrado en coma o en situación de muerte clínica y que dicen haber visto un tunel oscuro y en el final del tunel un resplandor blanco o diamantino, y en ocasiones incluso atestiguan la presencia de seres difuntos y queridos que les…
Editorial Anagrama, 2004. 1125 páginas. La parte de los críticos La obra gira alrededor de dos grandes ejes; Archimboldi y los crímenes. En la primera parte Bolaño nos cuenta la historia de como los cuatro críticos más ferozmente Archimboldianos descubrieron al escritor y se conocieron entre sí. Como si en un chiste se tratara tenemos a un español (Espinoza), un francés (Pelletier), una inglesa (Norton) y un italiano (Morini). Su admiración por el mismo escritor provocará, claro está, que se encuentren en diversos congresos, y que se hagan amigos y más tarde amantes. Siguiendo los pasos del esquivo Archimboldi viajarán al desierto de Sonora donde se dice que el escritor fue visto por última vez. Citas: Pelletier y Espinoza se descubrieron generosos aquella noche, y tan generosos se descubrieron que si llegan a estar juntos hubieran salido a celebrarlo, deslumbrados por el resplandor de su propia virtud, un resplandor que ciertamente no dura mucho (pues toda virtud, salvo en la brevedad del reconocimiento, carece de resplandor y vive en una caverna oscura rodeada de otros habitantes, algunos muy peligrosos), y que a falta de celebración y jolgorio remataron con una promesa tácita de amsitad eterna y, tras colgar sus respectivos…