Institut del teatre, 1990. Biblioteca teatral. 102 páginas.
Tit. Or. Curse of the starving class. Trad. Xavier de Llorens y Xavier Luna.
9 personajes. 7 hombres y 2 mujeres.
American way of life
Lo peor del crecimiento desmesurado de la pila de libros pendientes de reseñar es que, como bien dijo el posteador residente, tendría que volver a leerlos para poder hacer una reseña en condiciones. Como eso es algo que no voy a hacer, espero que el respetable pueda disculpar los errores, omisiones o falta de profundidad de algunas de las reseñas que están por venir.
Sobre Sam Shepard ya escribió el lector a la sombra en este artículo -que les recomiendo leer. Considerado el dramaturgo más importante después de Tennesse Williams, este dramaturgo, guionista y director de cine se ha ganado el respeto y la admiración de Europa y América. Ha trabajado con Bob Dylan, Antonioni, Patti Smith, Wim Wenders -esa impresionante Paris, Texas- y un largo etcétera.
Wesley está recogiendo los trozos de la puerta que su padre Weston ha destrozado para entrar la noche anterior cuando volvía borracho a casa. Su mujer, Ella, la había cerrado para que éste no entrase. Más tarde confesará que piensa vender la casa y que tiene un amigo abogado que se encarga del tema. El conflicto está servido.
De alta temperatura emocional, el teatro americano se caracteriza también por su obsesión por un tema clave: el éxito. El hambre de los protagonistas no sólo es de comida -que también-, es un hambre de todo aquello que el sistema establece como una señal de haber triunfado en la vida. En una sociedad dónde cualquiera puede llegar a ser presidente, no hay nada peor que ser un fracasado.
Adaptada al cine, aunque parece que con no demasiado éxito, es una manera excelente de acercarse al lado oscuro del sueño americano. Un excelente vacuna contra la imagen idílica que las películas nos venden.
(Un día, un libro 184/365)
Escuchando: Bulerías de Juan el Camas. Pata negra.
2 comentarios
El tema del éxito es consecuencia de la obsesión que tienen los americanos por el sueño americano. Yo escribí en junio un post sobre el tema.
Sí, y me gustaría saber que justificaciones se dan a si mismos la gran mayoría que no consigue hacerse millonarios…