Rubén Martínez Santana. Ánima animal.

septiembre 23, 2022

Rubén Martínez Santana, Ánima animal
Filigrana, 2021. 116 páginas.

Con los animales como protagonistas el autor escribe 62 microrrelatos que oscilan entre lo poético, lo tierno y lo irónico, todo con mucho ingenio y mucho arte. No en vano el autor es uno de los mejores cuenta cuentos del país, y se nota el oficio.

Los cuentos están acompañados por ilustraciones del autor y cuentan con banda sonora. En algunas páginas hay un código QR que nos enlaza con un vídeo de youtube que es la música inspirada en ese texto. Todo un alarde de eso que llaman transmedia y que es solo otra manera de decir que la imagen, la música y el texto se unen para darnos una experiencia sensorial total.

Algo que no es nuevo. Se discute mucho sobre cual era el significado de los animales dibujados en cuevas como la de Altamira. Una de las teorías que más me gusta defiende que eran una especie de panel que, al igual que en los romances de ciegos, servían como soporte para la narración de relatos. El chamán contaría historias mientras señalaba partes de las figuras. Y si nos fijamos en cualquier tradición oral del mundo, seguramente tendrían un componente musical. Así que la lectura de este libro es algo que nos enlaza con esos antepasados que también contaban cuentos de animales acompañados de imagen y música.

Muy bueno.

VENGADOR
El vampiro, azote de las vacas, de los caballos y de algunas de las doncellas de la villa, se colgó de la viga más alta del establo dispuesto a disfrutar de un sueño reparador.
En la sombra, esperando a que el vampiro se durmiera, estaba el mosquito, azote de los vampiros y vengador anónimo de las vacas, de los caballos y de algunas de las doncellas de la villa.

BAILE
Cuando el ciempiés sacó a bailar a la ciempiesa, no podía siquiera imaginar que ese tango los uniría para siempre.


Un comentario

  • Willo Arunategui septiembre 27, 2022en5:12 pm

    Felicitaciones por esa referencia que nos compartes Juan Pablo sobre el reciente y creativo trabajo de nuestro amigo Rubén Martínez Santana, son toques para despertar y dejar volar aquel duendecillo de nuestra infancia a través de tantos colores, imagenes, sonidos y palabras rápidas, inocentes y fugaces.
    Bravo Rubén!!

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