Libro inencontrable pero insuperable. Todo son viñetas del autor de las que se afirma en el prólogo que son como algunos huesos del cuerpo; cuando nos dan un golpe reímos y lloramos al mismo tiempo. Confieso que no me he reído en ningún momento, que todo ha sido desasosiego y, en algunos casos, hasta malestar.
Cercano al surrealismo pero teñido de negro cada dibujo de este libro tiene más capacidad de sugerencia que muchas novelas que pueden encontrar en las mesas de las librerías. Ha sido una delicia -malsana- recorrer sus páginas. Dejo muestra pero animo a buscar dibujos suyos en google, que hay bastantes. Por ejemplo: Topor
Muy recomendable.
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