Cuando oigo críticas a la religión musulmana por su integrismo, me gusta hacer notar que la iglesia católica es igual. La única diferencia es que no tienen tanto poder o seguidores incondicionales. Si lo tuvieran, la cosa sería diferente, basta con recordar lo que pasó después de la guerra civil en España y a ver quien era el guapo que no asistía a la misa dominical.
Pero algunos creen vivir en esos tiempos, y han conseguido que prospere una demanda contra mi admirado Javier Krahe porque en un documental sobre su vida que se emitió en Canal+ aparecía el siguiente vídeo:
Que a estas alturas del siglo XXI se me antoja bastante suave como para que el Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro (ojito a su lema: Cristianizando el derecho, cristianizando la sociedad) se haya sentido ofendido en sus sentimientos religiosos. La noticia no es nueva, pero la demanda se había archivado y ahora se ha reabierto. Esperemos que la cosa quede en nada.
Para informarse más les dejo los siguientes enlaces:
Juicio contra Javier Krahe y el programa ‘Lo + plus’ por un vídeo en el que se «cocina a Cristo»
Dónde se recoge la afirmación de Krahe: Es algo más sencillo que todo eso: yo no he difundido el vídeo
En todas partes se cuecen cristos
En Charlatanes destacan lo absurdo de proteger todas las creencias religiosas:
Cualquier mormón podría reafirmar su derecho a tener veinte mujeres, cualquier judío podría darle de palos a cualquier mujer que transitara, digamos, por la acera Este de la Gran Vía si un rabino hubiera determinado que es «calle sólo para hombres», y criticarlo podría ser punible de acuerdo al artículo 525. Y claro, los ultracatólicos podrían exigir la supervisión de los dormitorios de todo el mundo alegando que actos como la felación, el cunnilingus o la penetración anal «ofenden sus creencias» y los hacen sentirse «vejados», de modo que los tribunales deben multar cada uno de esos actos.
España se iraniza: quieren condenar a Javier Krahe por cocinar un Cristo
En Magonia se apunta que la libertad de expresión debe tener muy pocos límites:
«Sólo hay una excepción razonable a la protección ilimitada del discurso: cuando alguien incita directamente a los crímenes de odio. Pero en este punto las religiones tienen un historial realmente malo», recordaba en septiembre el filósofo Massimo Pigliucci.
En El fondo del asunto informan de que la fiscalía no quiere seguir con la demanda:
[…]el procedimiento sigue adelante sólo a petición de las acusaciones populares (el Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro y J. Nicolás de Salas Moreno), pero el Ministerio Fiscal, con toda coherencia, ha solicitado el sobreseimiento de la causa[…]
Y hace la siguiente reflexión, que comparto:
El vídeo de marras fue emitido en su día por Canal + y lo verían… bueno, no sé cuántos televidentes. Pero ahora, gracias a la iniciativa de estos esforzados imitadores de Bernardo Gui, el vídeo de youtube lleva ya cincuenta y tantas mil visitas, el asunto está siendo reflejado en multitud de periódicos y bitácoras de España, e incluso ha llegado nada menos que a Pharyngula.
Mi mesa cojea se solidariza con el cantante y lo reivindica como persona:
En realidad, Krahe está siendo juzgado por ser Krahe. Por no querer ser un mojigato ni un aburrido, por no querer callarse, por no ser un cínico y por no respetar a un Dios imaginario.
Para acabar wrailito se sorprende de que en Estados Unidos no se escandalizaran por las imágenes de Hellblazer dónde un cura se comía a un cristo, y nos recuerda que en otros tiempos esto no hubiera pasado.
3 comentarios
No creo que prospere la demanda, es una pataleta más de beatos y santurrones, patéticos guardianes de la moral ajena.
Como comenta @El fondo del asunto: Creo que pasó lo mismo con cierta viñeta de los príncipes, se hizo mucho más visible tras la retirada.
Saludos.
PS: me he reído con el título del post.
Yo tampoco creo que la demanda vaya a más, pero que se haya reabierto ya es suficientemente preocupante.
El título… era dificil la elección después de haber leído tantos y buenos.