Pies Para Quiosquero

enero 14, 2008

Diego A. Linares, 2007. 196 páginas.

Pies Para Quiosquero
Vivencias de un quiosquero sin tiempo para sentarse

Alguna vez he leído la pregunta ¿Tiene sentido publicar en un libro los contenidos de una bitácora? La respuesta no tiene muchas vueltas; si el contenido merece la pena ¿qué problema hay en publicarlo? Esto es lo que han hecho los integrantes del blog Pies para quiosquero con la primera temporada de su bitácora.

Cuando Mezkal me recomendó el sitio, disfruté como un enano. Casualidades de la vida en ese momento tenía unas migrañas bastante fuertes y la lectura de las historias y anécdotas del quiosco sirvieron para relajarme. Al poco apareció Mezkal con este libro, así que dejé la incómoda lectura en la pantalla y la sustituí por el cómodo sillón. Aunque el placer siguió siendo el mismo.

Puede que la vida de un quiosquero no sea todo lo relajada que nos parece a los clientes -sólo por los madrugones es como para pensárselo- pero el retrato de los personajes que se asoman al quiosco y el ingénio de las respuestas ante situaciones kafkianas hacen que la lectura sea tan divertida como un sketch de los Monty Python.

Creo que ya han agotado todos los libros, pero pueden seguir disfrutando de las historias en la bitácora: Pies para quiosquero, y supongo que no tardarán en editar la segunda parte. Historias, talento y humor no les falta.

P.D.: Al parecer todavía les quedan algunos ejemplares del libro; no desaprovechen la oportunidad de hacerse con uno. Si encuentran abierto el quiosco, porque estamos en una temporada bastante movida. Suerte con las distribuidoras.

Escuchando: Hackensack. Fountains of Wayne.


Extracto:[-]

Para entender la cartoná y las múltiples formas de cosa que traen pegadas, primero debemos rendir un sentido homenaje a El Sevilla, patrón de los quiosqueros, y recordar sus propias palabras cuando explicaba su visión de un quiosco y de las colecciones:

«Te puedes montar un barco de tablita a tablita; te puedes montar un avión de tornillito a tornillito, y te puedes montar, de piedresita a piedresita, el escenario de la batalla de Waterloo»

Creo que es la primera vez que El Sevilla se queda corto. Tenemos no uno sino DOS barcos para montar de tablita a tablita, no hay aviones pero sí hasta TRES coches de tornillito a tornillito, y por supuesto tenemos un castillo medieval para montar de piedresita a piedresita y el ejército completo de Napoleón para recrear la mismísima batalla de Waterloo… además de la Heidi, el Marco y la abeja Maya; las barriguitas y la Mariquita Pérez; tanques, soldados y cañones de colección; el cuerpo humano por dentro y por fuera, casas de muñecas, series, libros y películas de todo tipo… ¿Queréis más? Pues en los próximos días vamos a ir poniendo unos cuantos ejemplos para que nadie vaya a pensarse que es mentira. Ahí queda eso.

El Camborio es un tipo de mediana edad (vamos, que no tengo ni idea de cuánto echarle), marcados rasgos y mirada intensa. Normalmente pasa ante el quiosco sin detenerse, echa una mirada furtiva al género y sigue su camino. Hoy, sin embargo, algo ha llamado su atención. Se trataba de una película de acción: Las crónicas de Riddick. Debe gustarle Vin Diesel, porque inmediatamente ha visto XXX (la gente suele llamarla Triple X para que nadie piense que es porno) y ha dudado.

– ¿Cuánto cuesta ésta?
– Lo que pone ahí, 11,95 €
– Ya. ¿Y ésta?
– Lo que pone ahí, 8,95 €

Lanzando, muy serio, un billete de diez sobre el mostrador y guardando la película en su bolso, ha preguntado:

– Entonces ocho, ¿no payo?

Y el quiosquero mayor, que tiene más cintura que Puyol ante un delantero virguero, le ha contestado con una sonrisa mientras le entregaba un euro con cinco céntimos:

– No padre, que me quedo sin margen. Que esto no es una venta de burros…

El Camborio se ha marchado riendo por lo bajo, con su película y su cambio. Y el quiosquero mayor se ha pasado la tarde buscando sin éxito por todo el quiosco el cartelito de «Hoy Rebajas». Ya sólo faltaría que además de guardar los cartones tuviéramos que regatear con los clientes…

2 comentarios

  • dalr enero 15, 2008en9:30 pm

    Muchísimas gracias por tus palabras. Es un honor aparecer en este blog.

  • Palimp enero 16, 2008en12:22 pm

    ¡Que va! Aquí sólo aparecen libros de calidad altamente escogidos; el vuestro cumple las características 🙂

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