Acento Editorial, 1994. Trad. Andrés Linares.
Tit. Or. The unnatural nature of science, 1992. 188 páginas.
El milagro de la ciencia
Otro libro que andaba buscando desde que me lo comentó un amigo hace ya unos cuantos añitos. La ventaja de tener tantos libros por leer es que cuando te los encuentras te da mayor alegría.
El libro es la exposición de una teoría del autor: La ciencia es algo ‘no natural’, contrario en muchas ocasiones al sentido común, que surgió una vez, por casualidad, pero que va en contra totalmente del modo de pensar del ser humano. No así la tecnología, que si puede adecuarse al sentido común. Vaya por delante que no es una teoría con la que esté de acuerdo, aunque lo esté con muchas de las premisas.
Para ilustrar y defender su tesis, el autor expone en varios capítulos diferentes aspectos de la ciencia. En el capítulo 1 expondrá las bases de su teoría; en el 2 explica porque la tecnología no es ciencia, todas las culturas han tenido tecnología, pero muy pocas han tenido ciencia. En el tercero asistimos al nacimiento de la ciencia en occidente a partir de Tales. En el 4 veremos que la creatividad también es imprescindible en la ciencia, aunque sea una forma especial de creatividad. En el 5 como el trabajo de la ciencia avanza a partir de la competición y la cooperación. El 6 se ocupa del problema de demarcación de la ciencia, y el 7 de lo que no es ciencia. Lo capítulos 8 y 9 explicarán la relación de la ciencia con los temas morales y con el público, es decir, el ciudadano no científico.
Una serie de temas muy interesantes que consiguen que, aunque como yo no se esté de acuerdo con la hipótesis de partida, se pueda disfrutar de la lectura. Sólo destacaría la sorpresa que me dió ver en la página 94 una defensa de las decisiones de Millikan a la hora de escoger los valores de sus mediciones sobre la carga del electrón. Aunque al final tuviera razón, los métodos no fueron ni científicos ni, en mi opinión, dignos de elogio.
Abundando en la creencia de que debería conocerse más sobre la ciencia, recomiendo su lectura. Nos servirá también para saber que el sentido común que nos es tan útil en la vida real, muchas veces hay que dejarlo de lado cuando se trata de ciencia. Interesante.
(Un día, un libro 98/365)
Escuchando: ‘La muerte’, El Gran Combo
4 comentarios
Hola Renzo. Tienes un blog muy grato para leer, con ese lápiz en digonal, que a uno lo hace sentirse como en casa. Soy periodista y escritor, de Chile, y llegué a tu blog luego de visitar el de Alberto Chimal, al que llegué por el de Guillermo Fadanelli. Seguiré muy atento a tus comentarios sobre libros olvidados. Un abrazo. Chau.
habría que traerse los comentarios del anterior cuchitril… 🙂
Bueno: la ciencia, si dentro del mundo, es «natural», si vista como obra del hombre y asentada sobre lógica y mátemática, puede no ser «natural».
Pero me gusta esto:»Lo capítulos 8 y 9 explicarán la relación de la ciencia con los temas morales y con el público, es decir, el ciudadano no científico.»
Sin haber leído el libro, desde ya veo venir mucha polvareda acerca de estos dos capítulos.
Desbarro un poquitín y pienso: la ciencia ha logrado que un corazón pueda latir en el pecho de otra persona, cuyo corazón está fallando.
El sentido común me dice que si tengo un hijo que necesita un corazón nuevo o morirá, buscaré desesperadamente un donante…pero olvidaré que corazón tenemos uno solo y que no se puede reproducir como la sangre.
Por lo cual la ciencia ha conseguido logros que la (sociedad,sistema, lo que valga escribir aquí) hace que soñemos, busquemos con desesperación, pero rara vez alcancemos.
Terrible dilema moral: saber que para que alguien viva debemos (¿esperar, desear?) que otro muera.
Gracias Lino y por aquí nos vemos.
Luís, del anterior cuchitril se perdieron muchos comentarios. Y esta historia, enterita.
Nfer, la ciencia ha conseguido que alcancemos muchos logros. Algunos puede que todavía estén fuera de nuestro alcance, pero espero que no por mucho tiempo.