Editorial Anagrama, 2005. 98 páginas.
Tit. Or. Petits crimes conjugaux. Trad. Juan José de Arteche.
Anagrama no suele editar obras de teatro, pero eso no es excusa para la publicación de un libro como éste. Malo.
Alejandro ha tenido un accidente y ha perdido la memoria. Vuelve a casa con su mujer, e irá averiguando cual era su relación con ella. ¿Es cierto lo que ella le dice? ¿Coinciden en su visión sobre el matrimonio que tenían?
La única gracia del argumento son los giros argumentales más o menos inesperados y algunas declaraciones de los protagonistas. Por lo demás, me ha parecido una pieza endeble y de poco peso. Como siempre en estos casos las grandilocuentes frases de la contraportada contrastan aún más con el contenido:
La obra es tan inteligente que consigue que el espectador se sienta asimismo inteligente
No voy a decir que es lo que me parece a mí, porque no quiero ofender. Nada recomendable.
Escuchando: Sunny Afternoon. The Kinks.
Extracto:[-]
ALEJANDRO: (Afirmando.) Eso… ¿cómo y cuándo?
CARLA: (Se acerca a él y le abraza.) Tu fidelidad era muy importante para mí. No soy tan fuerte, ni tengo tanta confianza en mí como para pasar los días luchando contra mis rivales… o mis sospechas.
ALEJANDRO: Pues a mí me parece que eres muy fuerte. Pocas mujeres de tu edad…
CARLA: Precisamente, en el mundo no sólo hay mujeres de mi edad. A los veinte años se tiene mucha ilusión; a partir de los cuarenta, se va perdiendo; una mujer se preocupa por su edad en el instante en que descubre que existen otras más jóvenes que ella.
ALEJANDRO: Yo…, ¿yo miro a las jovencitas?
CARLA: Sí.
ALEJANDRO: (Suspira aliviado, ya que, en el fondo, aún no se siente tranquilo.) Es terrible. Me siento como si estuviera andando por el borde de un precipicio y, a cada momento, pudiera ir descubriendo cosas que me demuestran que soy un ser despreciable. Estoy asustado. Voy avanzando por un hilo que es el presente. No tengo miedo del futuro, pero sí del pasado. Voy en busca de mí mismo sin saber si me gustará lo que voy a encontrar. (Breve pausa.) ¿Qué defectos tengo?
2 comentarios
Vaya, una decepción.
Sí, no siempre se acierta 🙂