Se queja mi admirado escritor William Gibson de que El futuro ya no existe, cito de una entrevista en El Navegante:
En mis últimos tres libros tenía la sensación de estar construyendo más un presente alternativo que un futuro imaginario
Parece que los acontecimientos van tan deprisa que renuncia a intentar adivinar el futuro, tal y como comentan en Papel en Blanco. ¿Vivimos en una novela de ciencia ficción?
Cuando me enteré del atentado de las torres gemelas yo también pensé que parecía sacado de un guión cinematográfico. Cuando leo artículos como este sobre la wikipedia me parece increíble ¿miles de personas trabajando gratis escribiendo y manteniendo artículos? Ciencia ficción. Que gracias a un algoritmo Sergei Brin y Larry Page en apenas 10 años hayan construido una empresa valorada en 187.200 millones de dólares no se le podía haber ocurrido ni al más disparatado escritor.
Desengañémonos: la capacidad predictiva de la ciencia ficción está muy sobrevalorada. Ni tenemos ciudades espaciales, ni tenemos coches como estos, ni ordenadores inteligentes ni los extraterrestres han asomado la cabeza por aquí. Tampoco, por suerte, hemos vivido un holocausto nuclear, ni nos andamos comiendo unos a otros, ni tenemos que respirar con máscaras depuradoras -aunque de esto todavía no podemos darnos por librados. Como dice el grupo G-5:
Los coches no vuelan
y estamos en el dos mil
y existe todavía la guardia civil
Pero nadie nos avisó de internet, de la fotografía digital, de los teléfonos móviles… ¡ni siquiera de las calculadoras! Siempre me ha parecido entre tierno y patético ver a los ingenieros de los libros de antaño navegar en sus naves espaciales pertrechados con sus reglas de cálculo y sus ordenadores gigantescos, cuando hoy en día un teléfono móvil tiene más potencia de cálculo que Multivac.
Pero todas estas predicciones sobre el futuro tienen un marcado paralelismo con la realidad cotidiana ¿No me creen? Las reflexiones de repronto sobre el futuro nos descubren cual es su verdadero significado. Pueden verlo en Programa de futuro (alta calidad, versión youtube aquí:Programa de futuro). La verdad, al desnudo.
6 comentarios
La parte llamativa de la ciencia-ficción siempre ha sido el imaginar futuros más o menos «chulos» que se sostienen desde el punto de vista de la consistencia una vez aceptadas las premisas iniciales, pero lo que a mí me resulta interesante del género no son las correrías espaciales, los futuros oscuros, ni las posibles dotes de predicción del autor, que no son nada más que el envoltorio atractivo de problemas fundamentales de la condición de ser consciente. Sería como pensar que El Quijote sólo hablaba de un tarado demente o que tras El rey Lear sólo hay unas disputas de familia.
En cualquier caso no me sorprende que Gibson nade ahora en esas aguas, el ciberpunk, por su propia concepción, nunca suficientemente desligada de la actualidad, es muy propenso a ser alcanzado y maltratado por los acontecimientos, muchas veces a pesar del talento o de que realmente haya un generoso trasfondo del que el devenir ha invalido el planteamiento, lo que siempre es una lástima.
Me temo que el futuro al que nos encaminamos se parecerá sobretodo al que se muestra en «Soylent Green».
Ay, esto siempre lo he pensado yo. Y algo peor. Cuando leí el clásico de «Un mundo feliz», que me gustó mucho por cierto, no podría dejar de pensar «Pero… Esto que el autor concibió como un futuro horrible, una distopía casi… ¡es nuestro mundo de ahora! ¡Esos seres que no quieren envejecer son el ideal, y los salvajes son los nostálgicos de lo «anterior»! Es decir, que casi todos preferiríamos vivir en ese mundo feliz, es a lo que aspira la ciencia. De hecho, ya casi se va considerando normal que una persona se opere para parecer joven, y se critica a quien no lo hace (solo hay que fiijarse en comentarios que salen en la televisión, donde todo tiene que ser perfecto, especialmetne los famosos, que son como el espejo donde se mira la sociedad. y esa cosa horrible que dicen de las famosas que han dado a luz, donde siempre se resalta «y en un tiempo record ha recuperado la figura», como si eso fuera posible sin cirugía…)
Claro Luis, la ciencia ficción es ficción. Pero mucha gente siempre ha querido colgarle el san benito de ‘predictiva’, o incluso de valorarla en esos términos; mejor cuanto más acierte. Yo también reivindico su valor como creadora de futuros posibles no necesariamente ciertos.
Arrebatos, esperemos que no, aunque al paso que vamos…
Lo curioso, M.C. es que cosas que nos parecen terribles en los libros nos parecen normales en lo cotidiano. Pensemos en el gran hermano y la gran cantidad de cámaras de vigilancia que tenemos; en el metro, en las calles. No le damos importancia. Sobre el tema del físico habría mucho que hablar, pero vamos camino de los EEUU dónde es raro -y más en según que sitios- que no te hayas operado algo.
Sólo anotar que Reflexiones de Repronto es semanal,
a capítulo cada miércoles,
y que ya van por la sexta entrega.
¡Distribuyanlas entre sus amigos!
Mañana te hago un especial 🙂