Vivero de relatos, 2006. 372 páginas.
Cuando recibí este libro, envío de J.J. Merelo me hizo mucha ilusión por dos razones. Porque siempre me gusta leer cosas de gente que empieza, más si son cuentos, y porque me encanta que me regalen libros.
Había decidido leerlo de inmediato cuando tropecé con la crítica de Solodelibros. Aunque el palo se lo llevan más los talleres literarios que la recopilación de cuentos me influyó lo bastante como para dejar el libro aparcado durante un tiempo. Pero no hay plazo que no se cumpla y pudieron más las ganas de hincarle el diente que las malas críticas.
Distancia corta es una selección de relatos de diecisiete escritores que se conocieron a partir de un taller de escritura. Por primera vez no pongo la típica lista porque es excesivamente larga. Algunos de estos relatos han sido ganadores de diferentes concursos.
Al grano ¿Es tan malo el libro? ¿Son los talleres literarios una plaga a exterminar? Vayamos por partes. El libro está bien. Hay algún relato bueno. Hay muchos a los que les falla la forma, pero pese a todo transmiten un fondo aprovechable. Y los hay realmente malos; por mal escritos y por trillados. Como en botica. Pero soy de la opinión de que no hay que aplicar el mismo baremo que le aplicaría, por ejemplo, a Cortazar, con lo que el libro cumple su función. Me ha entretenido y me ha descubierto alguna que otra joyita: más que suficiente. Peores cosas he leído de autores consagrados.
Respecto a la segunda cuestión no voy a hacer de abogado del diablo, pero no entiendo tanta crítica a los talleres literarios. ¿Qué Chejov nunca fue a un taller de estos? No, pero quien sabe si le hubiera ido bien. Yo soy profesor de programación, y al 90% de mis alumnos les diría ‘Dejad la programación que no es lo vuestro; no valéis’. Pero como hacen falta informáticos, aunque sean mediocres o incluso malos, pues ahí siguen. Cierto es que parece que hoy en día sobran escritores -porque no se lee, no porque no hagan falta- pero no creo que sea esa razón para meterles un palo. Si no nos gustan, basta con no leerlos.
Como es habitual, les dejo un cuento al final y juzguen ustedes mismos.
Escuchando: Exorcismo. Luixi Toledo.
Extracto:
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ERROR DEL SISTEMA (J.J. Merelo)
El primer café de la mañana no logró quitarme la extraña sensación que me había dejado una noche sin sueños. Es más, viniendo de camino hacia este bar la sensación aumentó: una luz blanca, en vez de los dorados reflejos de la mañana, lo invadía todo.
Además, el camarero parecía haberse vuelto loco, lo había cambiado todo. Donde antes había un jamón, ahora colgaba un cartelito blanco que decía, efectivamente, jamón, en letra bien clarita. Las tapas de panceta, las cucharas, los cuchillos, nada estaba en su sitio. Sólo cartelitos blancos. El propio camarero había desaparecido después de ponerme el café.
Encendí un cigarrillo para calmarme, paladeando la idea de una copa para calentarme antes de ir al trabajo. Pero chupé y chupé hasta que la colilla chocó con el paladar sin que de su extremo se desprendiera ni un poco de humo. Sólo un papelito, apenas un copo, donde un trazo delgado como un cabello decía humo.
Salí a la calle. El cielo seguía blanco, pero ahora, escrito en él se leía claramente, en letras incandescentes, Sol. Me asfixiaba. A mi alrededor llovían papelitos redondos que decían 02.
10 comentarios
Ese cuento fue, precisamente, producto de un ejercicio en ese taller: el clásico de hacer un relato a partir de 5 palabras al azar (o 7, u 11).
Yo creo que los talleres sirven. Aunque sea para la «larga cola» de la escritura, que también existe. Y gracias por la reseña.
Libro virtual ESTRATEGIA Y MENTE.
NUMERO DOS de la Editorial Virtual http://www.librosenred.com/masvendidos.asp
Opiniones en http://www.personal.able.es/cm.perez/comentarioslibros.htm
Por ejemplo: «Soy un mexicano de 30 años, abogado y he leido algunos de sus libros y lo unico que puedo decirle es que han sido unas de las mejores herramientas que he tenido, para conseguir lo que quiero, o mas bien para empezar a ver como es en realidad el Juego. He llevado en practica muchos o la mayoria de sus consejos que menciona en El Gran Juego, Estrategia y Mente y las 36 Estrategias Chinas»
De nada. También creo que los talleres sirven, y que pueden salir buenos escritores de ellos.
Palimp, en mi opinión cuando se hace un comentario de un libro, sea que salga de un grupo que trabajó en un taller para escribir el libro o sea que no salga de un taller, no tiene que comentarse del grupo sino del libro. Ahora, si se hace crítica literaria con más razón. Acabo de leer el comentario en «Solo de libros» y se habla más de los talleres que del libro y respecto a eso yo creo como tu, pueden salir excelentes escritores de ellos.
Conozco algunos talleres literarios y van chicos con deseos de aprender, y aprenden. Intercambian opiniones, leen y se recomiendan libros, leen lo que escriben y todos opinan, etc., son muy amenos.
Por mi experiencia, los talleres buenos sirven para aprender a reflexionar, a criticar, a leer, a escuchar, a desarrollar el instinto y a escribir con más recursos de los que poseíamos antes. Depende mucho de la generosidad y la habilidad del profesor/a, y de la dinámica del grupo que se forme. Los talleres malos sirven, en general, para perder el tiempo.
¿Son necesarios los talleres? Pues no para todo el mundo y no en todo momento. Yo creo que en una época su papel lo suplían las tertulias, los editores, los compañeros, la correspondencia, los críticos, etc. Ahora se paga por aprender y por compartir lo que antes era gratis. Es el signo de los tiempos.
Los cuentos que componen ‘Vivero de relatos’ son, en su gran mayoría, muy malos. Y no me parece una razón válida a esgrimir en contra de esta opinión el que sus escritores estén empezando. Si estás empezando y lo que has escrito no es bueno, guárdalo en un cajón; cuando lo que escribas sea bueno, dalo a la imprenta. Además, hay muchas primeras obras que son magistrales, ¿Por qué siempre tomamos como baremo lo peor, y no lo mejor?
El problema, a mi juicio, con los talleres de literatura (y por eso los sacaba a colación en la –llamémosle- reseña que publiqué en solodelibros) es que la gente que va a ellos, sobre un deseo de leer, de compartir y demás (lo que se ha hecho siempre en los clubes de lectura de las bibliotecas, y gratis), siente un deseo de publicar, de salir a la palestra. Lamentablemente, la gran mayoría de estas gentes, no escribirá nada que merezca realmente salir a la luz. Pero con sus cuentitos publican muy ufanos pequeños libros que se esperan conmuevan al mundo. Pues señores, como decían en el cole, ‘necesitan mejorar’.
Eso sí, esta es únicamente una opinión personal, que como tal apareció en mi página. Cada cual puede tener la suya propia. Invito a la gente a hacerse con el libro, y juzgar por sí mismos.
Ya estamos con que si la abuela fuma.
«es que la gente que va a ellos, sobre un deseo de leer, de compartir y demás (lo que se ha hecho siempre en los clubes de lectura de las bibliotecas, y gratis), siente un deseo de publicar, de salir a la palestra»
Solodelibros, una vez más te lo digo (con respeto, cariño y todo el tacto posible) no plantees que conoces el sentir de las personas que acuden a un taller cuando no tienes tal conocimiento y, además, lo que expones es absolutamente falso y, a mi entender, tendencioso, ya que no ha demostrado hasta la fecha que no parta de un prejuicio o de un discurso oficial «antitalleres», basado en una realidad que no existe. Y te lo digo porque he ido a varios y, en mi caso particular, soy de los pocos que sí tienen deseos de publicar y a los que no les va precisamente mal. Pero te aseguro que somos muy pocos los que estamos en ese punto de tratar de mover nuestra obra (que en buena medida un taller sólo ha sido testigo de ella, puesto que lo que yo he conseguido lo he hecho con trabajo, no con recetas), y que el hecho claro y meridiano es que la gente va a un taller a pasárselo bien, a tratar de mejorar, a compartir cuentos e impresiones sobre su propia escritura y la de otros y a no plantearse ínfulas que desde el principio no han tenido. Lo dicho: espero oír de tu boca TU experiencia en talleres (si es que la hay), no unos prejuicios. En caso contrario, y aceptando que todo el mundo tiene derecho a opinar lo que le venga en gana, por lo menos hazlo desde el conocimiento.
me gusta mucho leer cosas de gente que empieza,como tu dices,porque ahi se ve el crecimiento que tiene la literatura en si,aparte los escritores nos maleamos despues de algun tiempo,espero tenga el mayor de los exitos!!!
saludos
Solodelibros, sean malos o no, es un salto decir que es culpa de los talleres. En todo caso será del editor (que fueron los propios autores, cada uno seleccionamos los nuestros). Posiblemente el problema sea ese: que hay que ser un poco más crítico, y a veces los tallereros caemos víctimas de un buenismo y una falta de autocrítica que no evita que salgan cosas no demasiado buenas en estas compilaciones.
En cuanto a lo de «necesita mejorar», está claro. Un taller precisamente puede ser el vehículo para esa mejora. Espido Freire, por ejemplo, da unos excelentes talleres literarios.
En fin, que ni lo malo o bueno que sea el libro es consecuencia necesaria y contingente de la existencia de un taller, ni al revés…
yo tengo todos los libros de carlos martin perez solo me falta estrategia y mente el que lo tenga por favor se ponga en contacto conmigo