Edhasa, 1976. 164 páginas.
Tit. Or. Quest of the three worlds. Trad. Pablo Capanna.
Ya había leído otro libro del autor (comentado aquí), lo que me ha decidido a seguir leyendo su producción. Cordwainer tiene una forma muy peculiar de escribir, diferente a lo que la ciencia ficción me tiene acostumbrado. Y es curioso porque recoge los temas más clásicos del género y los arropa con un estilo particular que permite disfrutarlos como si fueran nuevos.
Casher O’Neil busca venganza. Ha sido expulsado de su mundo por unos usurpadores y está decidido a recuperar el mando. Para ello quiere encontrar una poderosa arma que le permita regresar victorioso. Su búsqueda lo llevará por el planeta Gema, el planeta Tormenta y el planeta Arena, y encontrará más de lo que andaba buscando.
En un libro que me acabo de leer he encontrado un comentario del azote de fascistas Carlo Frabetti en el que lo pone de vuelta y media. Que si reaccionario, que si meapilas… Bien, tiene razón. Smith puede ponerse al lado de Bradbury en dos cosas; en su particular estilo poético y en cierto tufillo conservador del tipo ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’. Smith, además, pone en este libro muchas referencias cristianas. Todo eso es cierto.
Pero también es cierto que puede disfrutarse de su lectura al margen del trasfondo ideológico que respiren. Ni estamos ante panfletos ni vamos a quitar de nuestras estanterías a autores con ideología diferente a la nuestra. Si podemos hacer ese ejercicio de higiene mental disfrutaremos de unos buenos relatos de aventuras espaciales. ¿Se animan?
(Un día, un libro 297/365)
Escuchando: Umbilical. Glissando.
2 comentarios
Cordwainer Smith tenía más sensibilidad en su meñique que Carlo Frabetti en toda su anatomía.
No estoy de acuerdo. Frabetti era -y supongo que lo seguirá siendo- bastante sensible. Eso sí, muy vehemente.