Nunca me ha gustado el western, pero el enfoque que le da Christophe Blain en Gus es tan original y sorprendente que me he enamorado de esta historieta y ya he buscado la segunda y tercera parte (en el momento de publicar esto ya he leído las otras dos partes).
Gus es un malhechor que combina el asalto a las diligencias con sus conquistas amorosas. Pero no estamos ante un guaperas don juan, sino más bien todo lo contrario. En uno de los episodios están en un pueblo donde las mujeres están más liberadas y van a los bares como los hombres, y parece la crónica de una noche de adolescentes. Gus puede ser capaz de atracar un banco y a la vez de comportarse como un pagafantas.
Las dos reseñas que les traigo aquí son elogiosas y con razón: Gus 1. Nathalie (Christophe Blain) y “Gus: Nathalie” de Christophe Blain , de donde saco este extracto:
No sabemos si el Oeste es la excusa (como antes lo fue la llamada del mar) para dar rienda suelta a personajes de marcado carácter masculino, sin medias tintas, o para enmarcar las aventuras del trío de amigos, para hablar de las relaciones entre hombres y mujeres, el sexo, la pasión, el enamoramiento, las idas y venidas y el amor con mayúsculas, ese que nos gusta tener y al que añoramos y volvemos como al verdadero hogar. No lo sabemos ni leídas las primeras páginas queremos, en realidad, saberlo. Tan sólo queremos dejarnos llevar por el narigudo Gus, el rubio Grat y el pelirrojo Clem hasta el punto al que quieran llevarnos, sin sufrir los rigores del viaje, que para eso ya están ellos.
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