En el número 219 de la vía Merulana se ha cometido un robo con asesinato. El doctor Ingravallo se persona en el lugar decidido a investigar y encontrar a los culpables. La trama se va desdoblando en un juego de historias narradas con una prosa enrevesada y juguetona.
Aunque la trama es sencilla, no lo es ni la construcción ni el lenguaje, porque cada paso de la investigación, los testigos, las pistas a seguir, se ven desbordadas por un torrente de palabras que tocan innumerables registros, desde los cultismos de la cabeza de Ingravallo hasta las declaraciones de los personajes del lumpen. Todo en un monstruoso río no ya de conciencia sino de conciencias, torrente impetuoso que arrastra los elementos narrativos y los mezcla y confunde.
Novela que no acaba, que no resuelve el crimen, porque lo importante no es el final del camino, sino sumergirse en el agua e intentar no ahogarse. Para leer sin prisa. Otras reseñas: El zafarrancho aquel de vía Merulana y El zafarrancho aquel de vía Merulana
2 comentarios
Hola Palimp, el otro día vi que Sexto Piso lo había vuelto a publicar, con nueva traducción, a cargo de Carlos Gumpert y me lo compré. Lo leeré sin prisa y espero disfrutarlo mucho.
Espero que te guste. Yo lo leí en la versión de la biblioteca de Logroño, que fue el único sitio donde la encontré-