Leo aquí: El coleccionista de almas la siguiente reflexión que explica muy bien, de boca del propio autor, por qué no hubo segunda parte de ‘Almas muertas’:
¿Acaso te he dicho alguna vez que el segundo tomo de Las almas muertas se publicará este año? ¿Y qué significan tus palabras: «no quiero ofenderte con la sospecha de que es por tu pereza que el segundo tomo no está listo para ir a imprenta»? Como si un libro fuera igual que freír un buñuelo. Echa un vistazo a la biografía de algún hombre no muy famoso o, bueno, incluso importante: ¿qué le costó hacer algo grande, reflexivo, a lo que se dedicó con todo su ser, y cuánto tiempo le llevó? Pues toda la vida, ni más ni menos. ¿Dónde se ha visto que alguien que produjo una epopeya luego haya escrito también cinco o seis más? Debería darte vergüenza ser tan infantil y no saberlo. Quien me conozca un poco es el que menos puede exigirme premura, primero porque ahora soy más paciente y propenso a la meditación, y también porque en muchas cosas sufro de todas las manías por ataques de enfermedades de todo tipo. La segunda parte de Las almas muertas no solo no está lista para la imprenta, sino que ni siquiera está escrita, y no verá la luz antes de dos años (siempre que mantenga las fuerzas durante todo ese tiempo). Y que el público desee y exija el segundo tomo no es ninguna razón; el público puede ser inteligente y justo cuando tiene en las manos lo que tiene que juzgar, pero en sus expectativas el público siempre es estúpido, porque solo se guía por una necesidad fugaz y momentánea… Ni ellos ni yo estamos listos para el segundo tomo.
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