El tema está calentito. El diario El País, en su habitual cruzada por los derechos de autor, publica el siguiente artículo:
La tableta da alas al libro ‘pirata’
Cuyo subtítulo afirma, contundente:
Nuevos dispositivos como el iPad duplican las descargas no autorizadas – Los editores cifran en 400 millones las pérdidas entre enero y junio de 2010
La red ya ha reaccionado con variedad de fundadas opiniones. Barrapunto se hace eco de la noticia, en Microsiervos afirman que No hay peor sordo que el que no quiere oír ni peor editor que el no quiere editar. Ricardo Galli en Tabletas y la falacia narrativa perfecta desmonta la totalidad del artículo y nos recuerda que ya avisó que engendros como Libranda no nacieron para vender libros, sino para poder decir ¡Hacemos lo que podemos pero la gente es mala y sólo quiere piratear!.
Hace poco intenté comprar un libro en Libranda para ver si era tan malo como decían: es peor. Si esta es la mejor manera actual de comprar libros en castellano no me extraña que la gente se lance a las redes P2P. Algo parecido debió pensar J. K. Rowling que no quería que sus libros salieran en formato electrónico hasta que se debió dar cuenta de que había miles de sitios que los ofrecían para descarga. Lo cuenta José Antonio Millán aquí: Carta abierta a J. K. Rowling.
Este autor es también el encargado de dar la de cal en El País con este artículo:
Del que por motivos de espacio se descolgó el siguiente fragmento:
La situación actual, plagada de descargas no autorizadas, tiene un aspecto positivo: ¡existe la demanda!, ¡hay gente a la que le encanta leer!, ¡en pantalla se puede leer tanto o más que en papel! ¿No será que fallan las alternativas de negocio? Cada vez que hay nuevos cálculos del acceso a obras sin autorización se habla de la “merma de negocio”, y no es así (como ya se ha visto repetidamente en el caso de la música): no toda obra descargada ilegalmente habría sido comprada, y menos a esos precios…
Es curioso. Tanto que se quiere defender la cultura, y lo preocupado que está todo el mundo porque la gente no lee y en vez de alegrarse de que la gente se descargue libros ¡para leerlos! se llevan las manos a la cabeza.
Lo he dicho muchas veces y lo repito: los ebooks y sobre todo las tabletas son el futuro a muy corto plazo -y un presente muy interesante. Si las editoriales no se ponen las pilas y permiten la compra fácil y económica de los libros digitales están fomentando la cultura de la piratería. Después que no vengan llorando.
4 comentarios
Total y completamente de acuerdo.
Tengo un Kindle prestado. Varios libros que quería leer pero no podía conseguir en el mercado del usado (donde hago casi todas mis compras) y algunos ni en las librerías, los bajé de la web sin intentar comprarlos. Es más, algunos los tenía ya en la pc (los que eran .doc los pasé a pdf). Ahora todos están en el Kindle. Después agregué libros que están en todas las librerías pero no me decidía a comprar (por miedo a gastar 50 pesos en algo que no los vale).
Voy a leerlos, en el tiempo que antes leía en papel libros casi siempre comprados. Mi lectura ha pasado a ser notablemente más barata. Supongo que una parte de esos dinerillos es lo que están extrañando las editoriales.
Tengo mis dudas con respecto a la supuesta fuerte demanda digital, sin ningún dato científico y sólo por lo que veo alrededor la mayor parte de esos libros descargados responden a un afán de coleccionismo compulsivo que desemboca en libros almacenados y no leídos; ancho de banda malgastado y un cerro de kb ocupados, algo así como aquel que compraba los libros por el color del lomo para decorar el recién adquirido salón.
Al hilo de esto me acuerdo de aquello que decía Bradbury de que se le pueden hacer cosas peores a los libros que quemarlos, como, por ejemplo, no leerlos.
PS: En contra de lo que pensaba, me he encontrado con que leer en el ipad/tinta electrónica es más cómodo que en el ordenador, y al final en mi aparato para desarrollo hay un cerro de pdfs, pero como temía sólo ve uso la literatura técnica, la otra no me resulta placentera.
ericz, esa parte de los dinerillos los podrían recuperar -e incluso incrementar- si hicieran bien las cosas. No se puede vender un libro electrónico por 20€ y quejarse luego de que no te lo compran. En este caso a las editoriales no les va a valer la piratería como excusa, porque la crisis ha venido antes.
Lui, esa fuerte demanda digital podría ser la salvación de las editoriales. Si los libros descatalogados y de pocas ventas los ofrecieran de saldo muchos comprarían una buena cantidad aunque luego no los leyeran. Tengo la impresión de que los lectores tenemos un presupuesto fijo para la compra. Si tenemos pensado gastarnos 40€ y podemos comprar 20 libros en vez de 2 seguro que lo haremos.
El mercado editorial está muy fragmentado; si los espectadores de las películas se miden por millones, e incluso los grupos menos conocidos suelen ser escuchados por cientos de personas, hay libros que apenas llegan al centenar de lectores -incluso siendo buenos. Publicar, distribuir y mantenerlos en el fondo cuesta dinero. Tenerlos disponibles en la web tiene un coste cero. Las editoriales tendrían que estar saltando de alegría ante el libro digital, y no rasgarse las vestiduras por adelantado.
Si no espabilan van a desaparecer: los agentes empezarán a publicar digitalmente las obras de sus representados, como ya está sucediendo.