Lo leo en Literatúrame y copiado prácticamente igual en El País y El Mundo. No sé que noticia ha motivado esta nota de prensa. Parece ser que cuando Andersen fue a visitar a Dickens no hubo manera de quitárselo de encima.
Ya comentamos en esta entrada: Los cuentos de Andersen que el escritor era:
un ser egocéntrico, narcisista, solitario, angustiado…
Por lo visto, también era un poco pesado.
5 comentarios
Sin duda, el refrán aquél de los abuelos cobra vida: «El muerto y el arrimado, a los tres dias apesta».
Andersen se quedó cinco semanas, y la invitación era solo para dos. Qué cosas…
Mi madre siempre dice el refrán ‘Los invitados y la pesca, a los tres días apestan’ 🙂
Mi madre dice «La familia y la pesca, a los tres días apesta».
De todas formas, pobre patito feo.
Un beso.
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Igualmente, Ana y gracias por la visita.
Dasein, se agradece la invitación.