Varios. Nueva Dimension 53.

octubre 19, 2023

Varios, Nueva Dimension 53
Dronte, 1974. 128 páginas.

Aquí puede verse el contenido en detalle gracias a archive.org:

Nueva dimensión 53

Bastante flojillo en general, incluye el cuento El amo ha muerto que es la base de la película Ultimatum a la tierra y que no es precisamente muy bueno tampoco. Pero vamos, en general se deja leer.

Desde su posición en lo alto de la escalera, sobre el piso del museo, Cliff Sutherland estudió con cuidado cada línea y sombra del gran robot, y luego se volvió y miró pensativamente a la masa de visitantes llegados de todas partes del Sistema Solar para ver a Gnut y la nave, y oír, una vez más, su asombrosa y trágica historia.
Sutherland había acabado por sentir un interés casi de propietario en la exhibición, y no sin motivo. Había sido el único fotógrafo de prensa que se hallaba en los terrenos del Capitolio cuando habían llegado los visitantes de lo Desconocido, y había obtenido las primeras fotografías profesionales de la nave. Había contemplado de cerca cada acontecimiento de los siguientes y locos días. Después, había fotografiado muchas veces al robot de dos metros y medio de alto, la nave, y al apuesto embajador muerto, Klaatu, y su imponente tumba, y, dado que aquel acontecimiento seguía teniendo una enorme importancia como noticia para miles de millones de personas de todo el espacio habitable, allí estaba de nuevo, para conseguir más fotos y, si era posible, un nuevo «ángulo».
Esta vez quería conseguir una foto que mostrase a Gnut como extraño y amenazador. Las fotos que había tomado el día anterior no habían producido el efecto que deseaba, y esperaba lograrlo hoy; pero la luz aún no era la adecuada y tenía que esperar a que se hiciera más tarde.
Los últimos componentes de la muchedumbre admitida en aquel grupo se apresuraron a entrar, lanzando exclamaciones ante las amplias y nítidas curvas verdes del misterioso vehículo espaciotemporal olvidando luego completamente la nave al ver la asombrosa figura y la gran cabeza del gigantesco Gnut. Los robots articulados de una burda apariencia humanoide eran bastante corrientes, pero los ojos de los terrestres jamás habían visto nada como aquello. Pues Gnut casi tenía la forma exacta de un hombre… de un gigante, pero humano, de metal verdoso. Estaba desnudo, a excepción de un taparrabos. Se alzaba como el poderoso dios de las máquinas de alguna civilización científica jamás imaginada, y en su rostro se veía una expresión hosca y pensativa. Aquellos que lo miraban ni bromeaban ni hacían comentarios tontos, y los que estaban más cerca de él acostumbraban a no decir ni palabra. Sus extraños ojos rojos, iluminados desde el interior, estaban colocados de tal manera que cada observador creía que estaban fijos en él, y daba la sensación de que en cualquier momento podía adelantarse airado y realizar acciones inimaginables.
Se oyó un ligero sonido crujiente, que provenía de los altavoces ocultos en el techo, e inmediatamente disminuyeron los sonidos de la multitud. Iba a empezar la explicación grabada. Cliff suspiró. Se sabía aquello de memoria; incluso había estado presente cuando se había efectuado la grabación, y conocido al locutor, un joven llamado Stillwell.
—Damas y caballeros—comenzó a decir una voz clara y bien modulada… pero Cliff ya no la escuchaba. Las sombras en el rostro y figura de Gnut se habían hecho más marcadas; casi había llegado el momento de hacer la foto. Tomó y examinó las copias de las fotografías que había obtenido el día anterior y las comparó, con aire crítico, con su modelo.
Mientras miraba, arrugó el entrecejo. No se había dado cuenta antes, pero ahora, de repente, tuvo la sensación de que, desde ayer, algo había cambiado en Gnut. La pose era idéntica a la que se veía en las fotografías, y todos los detalles parecían exactos, pero, sin embargo, seguía notando aquella sensación. Cogió su lupa y comparó con más cuidado el sujeto y la fotografía, línea a línea. Y entonces vio que había una diferencia.

No hay comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.