La premisa de este cuento es muy sencilla. En una noche de tormenta se encuentran en una cabaña un lobo y una cabra. Como está oscuro y el frío les ha tapado la nariz, cada uno se imagina que el otro es de su misma especie y pasan una noche agradable charlando. Y no sigo más porque al ser un cuento cortito me paso al destripe. Ilustraciones agradables y una premisa para hacernos pensar. Huyendo de moralinas fáciles y dejándonos a nosotros imaginar como puede acabar la historia. Recomendable.