Cuando el manga se fusionó con Giger. La historia es sencilla: un joven va a la busca de unos genes y se va cargando todo lo que se encuentra por el camino. El contexto es sugerente; en una sociedad robotizada ha ocurrido algún tipo de desastre y los robots han ido construyendo sin parar estructuras hasta alcanzar la luna. Hay unos dispositivos de seguridad que se encargan de destruir a cualquiera que no esté autorizado (todo el mundo). Sölo los humanos con los genes adecuados podrían acceder a la Netsphere para arreglar el desaguisado. Pero también aparecen unos seres de silicio que quieren hacer lo mismo para exterminar a los humanos y quedarse con el control del planeta. Todo esto es una excusa para que el autor nos dibuje unas arquitecturas imposibles, unos engendros mitad humanos mitad máquinas en una atmósfera opresiva, con unos planos que te dejan con la boca abierta y con viñetas que ampliarías para colgar en la habitación. De verdad que no deja indiferente. El único defecto es que todo se vuelve un poco repetitivo, de escenario en escenario disparando a todo lo que se mueve. Pero la verdad es que siempre te deja con ganas…