Berenice, 2008. 420 páginas. Tit. or. The priest. Trad. Raúlo Cáceres. Un sacerdote es chantajeado para que se haga un tatuaje con unas grabaciones comprometedoras. Al realizarse el tatuaje el dolor le transporta a otra época, en la que también es un alto rango de la iglesia y en la que tendrá problemas con la inquisición. La novela juega en todo momento con la posibilidad de que los viajes temporales que sufre el protagonista sean producto de su mente, como las de otro iluminado que también afirma haber sufrido lo mismo. El libro en sí me ha parecido farragoso y con momentos bastante aburridos, a pesar de que tiene algunos ingredientes muy atractivos: sectas ultra estrictas dentro de la iglesia, homosexualidad y abuso de niños en la curia, viajes temporales… Ni se deja arrastrar por la crítica ni por la ciencia ficción, se queda a medio camino de todo y es un poco decepcionante. Otras reseñas: El cura y El cura. Se deja leer. Siempre lo hacía. Incluso parecía un poquito cruel leer en voz alta el libro sobre la Sábana Santa, ya que la parte que Hedwig había elegido era sobre lo mucho que Cristo había sufrido en la…