Acantilado, 2015. 650 páginas. Trad. Jorge Ferrer Díaz. El comunismo quiso transformar al hombre, convertirlo en un Homo sovieticus. Cuando llegó la perestroika cambió la sociedad de un día para otro y entonces ¿Qué hacer con ese hombre? La autora recoge testimonios del antes, del durante y del después y conforma un retrato estremecedor de un mundo que intentó lo imposible y no lo consiguió. Con los libros de Aleksiévih la primera pregunta es ¿Hasta qué punto podemos hablar de autoría? Ella afirma que va con su grabadora recogiendo testimonios y entonces estaríamos hablando de una labor periodística, casi de editora, alejada entonces de estilos literarios. Sin embargo, y como sabe cualquiera que haya transcrito entrevistas, las personas no se expresan con tanto talento como en estas páginas. Ni siquiera si la autora está atenta a cuando pasa la literatura. Mi apuesta es que Aleksiévih, como cualquier escritora, cambia las formas para respetar el espíritu. El contenido, brutal. Lo tuve que leer poco a poco porque es imposible asimilar tanta miseria humana de manera continuada. Dejo extractos abundantes para que se hagan una idea. ¡Qué vidas! Dan ganas de llorar con cada una de ellas. Los que querían un socialismo…