Candaya, 2018. 140 páginas. Incluye los siguientes relatos: A tiempo para desayunar Paladar Instantánea borrosa de mujer con luna Funeral doméstico Un hombre en mi cama Pequeñas mujercitas Conversación de los amantes Pistola cargada Un paseo de domingo La historia incómoda que nos contó Olivia el día de su cumpleaños Matadora El Atanudos Cuento antes de ir a la cama Confeti en el cielo La primera vez que vi un fantasma Que crean atmósferas angustiosas, situaciones ominosas donde el desastre parece estar a la vuelta de la esquina. En Paladar, por ejemplo, la promesa de una comida excepcional solo para comensales arriesgados se mezclan con el regreso a Lima de la protagonista y una escapada nocturna donde todo está siempre a un paso de pero que nunca ocurre. Los cuentos largos suelen tener un final sin estridencias ni giros de guión, pero en los cortos sí que hay esa sorpresa que es marca del género. Mis preferidos son El Atanudos, buena historia narrada con un pulso excelente y el que cierra el volumen y da título al libro, una vuelta de tuerca a un tema aparentemente agotado como es la aparición de un fantasma, que deja un poso de tristeza…