Acantilado, 2013. 146 páginas. Segundo libro de relatos que leo de Mrozek, un libro un tanto engañoso, porque es una selección de relatos de otros libros encadenados para que encajen con unas cuantas palabras que configuran ese diccionario intemporal que promete el subtítulo. La calidad de los textos es, en mi opinión, algo inferior al de Juego de azar, aunque se encuentran verdaderas joyas como el que dejo de muestra, La revolución. Humor absurdo, situaciones desquiciadas que te hacen reir con tristeza. Muy bueno. LA REVOLUCIÓN En mi habitación la cama estaba aquí, el armario allá y en medio la mesa. Hasta que esto me aburrió. Puse entonces la cama allá y el armario aquí. Durante un tiempo me sentí animado por la novedad. Pero el aburrimiento acabó por volver. Llegué a la conclusión de que el origen del aburrimiento era la mesa, o mejor dicho, su situación central e inmutable. Trasladé la mesa allá y la cama en medio. El resultado fue inconformista. La novedad volvió a animarme, y mientras duró me conformé con la incomodidad inconformista que había causado. Pues sucedió que no podía dormir con la cara vuelta a la pared, lo que siempre había sido mi…
Incluye los siguientes relatos: Una nueva vida Una operación financiera El gabinete de figuras de cera El transbordo Subir de categoría Sueños La libre competencia La sanidad pública En el jardín La justicia El progreso y la tradición Alguien El actor El puente Un europeo Exorcismos La bandera Juego de azar El ordenador de la salud Un héroe El agujero en el puente, — El caballo, — El loco, — El misántropo, — El expreso nocturno, — El socio, 87 — El precio de la fama, El profeta, — Un rebelde, — La caza, — El monumento, — La maleta, — Una transacción, — Arte visual, Relatos muy breves cargados de humor, de ironía, frescos que me han dejado en más de una ocasión con la boca abierta. Uno de estos descubrimientos que te alegran el mes. Muy recomendable, dejo un cuento de muestra para que se hagan una idea. UN HÉROE Un buen día, paseando por la orilla de un río vi de pronto a un boy-scout que se estaba ahogando. Conozco el lugar, no es profundo, así que decidí salvarlo en cuanto se reuniera un poco más de público. Me senté en un banco a esperar. El boy-scout…