SIns Entido, 2013. 160 páginas Tit. or. Alte Meister. Trad. Miguel Sáenz Sagaseta. Adaptación del cuento homónimo de Bernhard por el dibujante de como Nicolas Mahler, del que ya disfruté de aquel La teoría del arte versus la señora Goldgruber . Una cita en el museo de dos conocidos, uno de ellos se dedica a criticar a los maestros antiguos, a los museos y al arte en general, aunque se ve claramente que no puede vivir sin él. No puedo pensar mejor adaptación del relato. EL dibujo caricaturesco de Mahler aplicado a los cuadros clásicos encaja como un guante al discurso del protagonista. Las viñetas gigantes acompañan a lo escrito con una gracia increíble. Las composiciones que tapan o resaltan los fragmentos de los cuadros tienen un equilibrio arquitectónico. He disfrutado muchísimo de la lectura, es una pena que no se hayan traducido muchos cómics de Mahler, porque es un genio. Muy bueno.
Sins entido, 2012. 96 páginas. Tit. or. Fanfare. Trad. Lucía Bermúdez Carballo. Estamos en un pueblo del sur de Francia en la celebración de una noche de fiesta donde diferentes orquestas de charanga se reúnen, tocan y, sobre todo, se emborrachan. Por ahí deambula la protagonista, a la búsqueda de un noviete que le ha prometido que iría a verla. La historia no es gran cosa, pero retrata de manera excepcional esas noches inacabables en las que se mezcla el desamor, la bebida, los carruseles emocionales difuminados por el alcohol y la soledad de la mañana entre montañas de vasos de plástico. Bueno.
Sins entido, 2009. 188 páginas. Tit. or. Mourir partir revenir. Le jeu des hirondelles. Trad. Lucía Bermúdez Carballo. Cuando el primer libro que lees de una autora te enamora de una manera especial tienes ansia de leer otras cosas suyas y miedo de que la primera joya sólo fuera una casualidad. Así encaraba la lectura de este juego de las golondrinas después de mi deslumbramiento con El piano oriental. Beirut está en guerra. Sólo un pequeño cuarto de un piso del bloque de edificios es el sitio más seguro cuando están bombardeando la ciudad. Allí, mientras dos niños esperan a sus padres, se van juntando los vecinos de la escalera, hablando, recordando historias, conjurando a la muerte. Si el piano era bueno, estas golondrinas son aún mejores. Suman a la gran calidad gráfica de la autora, a su talento para contar historias, a su ternura desbordante, un trasfondo trágico que logra asomar incluso a través de las ilustraciones de trazo naif de la autora. Corran a leer algo de Abirached, no tarden tanto como yo en descubrirla.
Sins entido, 2011. 212 páginas. No sabía nada ni del autor ni de la historia, pero gracias a su lectura me he enterado de que existió un quinto beatle, Stuart Sutcliffe. Amigo de John Lenon era más pintor que músico, pero cuando vendió un cuadro John le convenció para que comprara un bajo y les acompañara en su gira por Hamburgo. A veces tocaba de espaldas para que la gente no viera lo mal que tocaba. En Hamburgo conoce a la fotógrafa Astrid Kirchherr, que fue la que hizo las primeras fotos profesionales de los Beatles, y que siempre le ha perseguido la anécdota -falsa, según ella- de ser la inventora del corte de pelo del grupo. Stuart se enamora de Astrid y se queda con ella en Hamburgo, obteniendo una beca en una escuela de diseño y dejando al grupo, quedándose Paul a cargo del bajo. Como pintor prometía mucho pero por desgracia murió un año después de un derrame cerebral. Esta es, básicamente, la historia que cuenta el cómic. Muy bien contada y dibujada aunque, si se me permite ser un poco gañán, las caras que dibuja Arne me resultan todas iguales y me era difícil distinguir quién…
Sins Entido, 2011. Acaba de coger éste y otros cómics en la biblioteca cuando se lo enseñé a una amiga. Sus palabras fueron ¡Si parece un cuadro! Y es el aspecto gráfico es, además de novedoso, de primera categoría. La historia gira alrededor de Robbie, un seductor nato que es el alma de todas las fiestas. Se convoca una reunión de antiguos amigos y la gente va por si viene Robbie. En una discoteca de moda la gente se anima si Robbie está en la fiesta. Hay otro protagonista, Gary, que no es precisamente un triunfador pero su amistad con Robbie lo ensalza a los ojos de la gente. Lo curioso es que este Robbie es presentado en la historia como alguien perfectamente superficial y sus virtudes brillan por su ausencia, algo que no creo que sea por casualidad. Así es requerido en una orquesta, pero para tocar el triángulo. Una de sus habilidades es dibujar un fantasma mientras mea en la pared. Y anima el baile de la discoteca haciendo los espaguetis, un juego de baile para niños que muchos monitores conocerán. Pero más allá de la historia el dibujo es impactante, con escenas -como la de cuando hacen…