Ático de los libros, 2011. 200 páginas. Tit. Or. Umi to Dokuyaku. Trad. David Favard. Durante la segunda guerra el Escuadrón 731 realizó experimentos con seres humanos, prisioneros de guerra. Basado levemente en este hecho el autor nos presenta la vida de un doctor que es reclutado por su superior para realizar vivisecciones con soldados estadounidenses. Asistimos a la visión del hecho desde el punto de vista de varios de los implicados, doctores y enfermeras. Lo que más me ha gustado es el retrato de las motivaciones de cada uno de los personajes. No son monstruos que quieran torturar sin motivo a los prisioneros. Igual que Arendt esperaba encontrar monstruos entre los nazis y sólo encontró a funcionarios el autor encuentra a simples seres humanos arrastrados por motivaciones mezquinas. El superior quiere borrar la mancha de una operación fallida para hacerse con la dirección de su sección. Uno de los médicos sólo quiere medrar, y no le importa los medios. El protagonista se ve arrastrado sin quererlo por su poco carácter pero es incapaz de seguir adelante. Todo contado desde un momento en el que todo ha pasado. Las decisiones que tomamos nos acompañan toda la vida. Otra reseña: Mar…