Blackie books, 2016.300 páginas. Tit. or. Foreskin’s lament. A memoir. Trad.Damià Alou. Biografía del autor haciendo hincapié en la culpa que siente por vivir dentro de una tradición judía que le limita las cosas que podía hacer y sus vaivenes entre la observancia de las reglas y el placer de saltárselas. Una vida con un trauma a cuestas. El concepto de la culpa es algo que compartimos católicos y judíos. Sobre todo los que como yo peinaríamos canas si no fuera porque estamos calvos. Pero al menos los católicos no tenemos tanta reglamentación con el tema alimentario, así que solo nos queda el tema sexual que por suerte solo nos molesta cuando llega la adolescencia y ya tenemos la cabeza más despejada y podemos tomar decisiones más inteligentes. Al menos el autor aprovecha sus traumas para construir un libro entretenido y, en ocasiones, bastante divertido. No excesivamente profundo pero agradable de leer. De paso aprendemos cómo es vivir bajo la ortodoxia de la religión. Bueno. ¿Twix, la barra de chocolate con la galleta crujiente? Una pregunta peliaguda: Twix no es kosher. Naturalmente, en el caso de una barrita kosher con fruta, nueces u otro relleno, la bendición depende de por…