Empuries, 1999. 176 páginas. Tit. Or. A gyertyák csonkig égnek. Trad. Antoni García Santiago. Cuando nada importa He podido leer algo de este autor, del que había oído hablar mucho y bien, gracias a que me encontré este libro en la calle. Incluyendo unas violetas ya secas en la mitad, que me recuerda que libros así encontrados, o de segunda mano, tienen su propia historia, que siempre es agradable imaginar. Dos amigos se encuentran tras 41 años de ausencia de uno de ellos, que huyó sin dar explicaciones. Lo que parece una reunión inocente se irá desvelando una historia llena de pasiones que tras tanto tiempo llegará a su desenlace. Confieso que esperaba más, y mientras leía pensaba que este escritor no era para mí. Pero a medida que lo iba leyendo, escuchando el larguísimo monólogo que es en realidad el libro, me iba gustando cada vez más. Curiosamente no por todas las cosas que se dicen, y de las que me sobran la mitad (aunque algunas reflexiones estén muy bien), sino por lo que no se cuenta, por lo que se adivina de la otra parte que calla sin defenderse. Al final, aunque no era para tanto, buen sabor…