Bibliotex, 1999. 92 páginas. Tit. Or. Fin de partie. trad. Ana Mª moix. Soledad El problema de Beckett es haber escrito una obra tan perfecta e influyente como Esperando a Godot. Una obra que no me canso de ver y de leer. Pero el resto de su producción también es muy bueno, como este Fin de partida, que hasta tiene su entrada en la wikipedia. En un paisaje gris, rodeados de nada, Ham y su criado Clov parecen esperar que se apague el mundo entre discusiones, diálogos absurdos y breves interrupciones de los padres de Ham -que están dentro de dos cubos de basura. Es inevitable que veamos un paisaje post-apocalíptico, aunque el autor negó siempre esa interpretación. Pero para nuestra sensibilidad esa ambientación es inequívoca, incluso si su simbolismo es otro. La obra comienza, casi de pasada, con una paradoja matemática: Terminó, se terminó, va a terminar, quizá esté por terminar. (Pausa.) Los granos se unen a los granos, uno a uno, y un día, de pronto, forman un montón, un pequeño montón, el imposible montón. Hace referencia al hecho de que si no tenemos granos suficientes como para formar un montón, añadiendo uno tampoco lo tendremos. Pero la…