Sajalín editores, 2010. 364 páginas. Tit. or. Rue des Maléfices. Trad. Julia Alquézar Solsona. Libro inclasificable, mitad diario de un París ocupado y los entresijos de la resistencia, mitad leyendas de personajes en la frontera de lo sobrenatural, mitad descripción de los barrios bajos. No se preocupen si salen tres mitades, en el contexto de este libro es natural. Sentimientos encontrados. No es que tenga una prosa excelente, pero se lee con gusto. Las historias que cuenta las plantea como reales pero no hay quien se las crea (bueno, alguno habrá). Donde sí me he encontrado a gusto es en el retrato de esos bares del margen, donde recalan los deshechos que el mar arroja, en una extraña fraternidad amparada por el alcohol. Hubiera estado bien que hablara más del movimiento de la resistencia y sus peripecias, que apenas se tocan de manera muy tangencial. Curiosamente la última vez que estuve en París pasé al lado de esta calle sin darle la mayor importancia. No me llamaron sus cimientos maléficos y sobrenaturales. Gracias a la magia de google maps podemos darnos un paseo virtual: Ahora parece una calle pintoresca, pero sin sustos. Interesante. El convoy se dirige hacia el Midi,…