Punto de lectura, 2008. 218 páginas. Salud mental Un libro resistente al agua me trae dos ideas a la cabeza. Enfermos aficionados a la lectura que se llevan el libro hasta a la ducha (como el amigo de Bolaño) o tostarse en la playa o piscina entreteniéndose con algo para leer. Para los primeros todavía no he visto ninguna colección de clásicos, pero para los segundos ya han publicado ejemplares capaces de resistir un chapuzón. Éste es uno de ellos. Rodrigo Montalvo es un hombre razonablemente feliz. Tiene algún problema con las palabras, pero nada grave. Pero los cuñados son unas armas terribles de destrucción masiva y si son psicólogos, todavía más. Así que Rodrigo entrará en una espiral de profesionales cada vez más desquiciados que, de paso, lo desquiciarán a él. La caricatura es una forma de crítica eficaz, y aunque no estoy de acuerdo con la tesis de que la ayuda psicológica te estropea más que te arregla, sí que refleja bien la abundancia de cantamañanas en esta profesión. Es un libro divertido, con escenas que te arrancan una carcajada y que cumple perfectamente su cometido: ser una excelente lectura de verano para disfrutar al lado de la…