Había leído sus tebeos, cuando todavía no me había salido el bigote. Casi treinta años después cumplo la placentera obligación de leer sus libros. Éste incluye los siguientes cuentos: Una noche inolvidable. Tío Eugenio. La verdad sobre el transbordador Columbia. Maud emprende el vuelo. Memorias de una estrella. La clave nipona. El camarada Feodorovich. Toda la verdad. ¿Cuáles son las verdaderas Intenciones de los cuises? Malos augurios. El cuento fantástico. El penani. Poncio, el profeta. «Yo conocí a Yatasto.» Pintura: el premio Iverns Mex. La señora de Pelourinho y el ladrillo. ¿Con quién hay que hablar? Los vencedores de Pisco. Los sobrevivientes del «Carla Pistoia». Viaje al país de los Naninga. Cinco hombres en la cabaña. Los últimos «salileros». Un hombre peligroso. El «pichón de Cristo». Experiencia en «El Cairo». No sé si he sido claro. El tesoro de los «cancas». Sardina. Cito de la entrada de la wikipedia, Roberto Fontanarrosa: «De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: «Me…