Rey Lear, 2010. 280 páginas. Recopilación de todos los cuentos breves protagonizados por Plinio, jefe de policía en Tomelloso. Todos sus casos tienen como marco la españa rural, y pese a estar en las antípodas de los estereotipos de la novela negra, la inteligencia que desarrolla el protagonista no tiene nada que envidiar a la de Sherlock Holmes. Me han encantado. Delicioso el lenguaje, de cuento de generación de los 50, pariente de Aldecoa y retratando las mismas miserias de pueblo pequeño. Deliciosos los casos, cercanos, tan reconocibles que podríamos haberlos leído en el caso. Delicioso el ritmo y los desenlaces, siguiendo los cánones del género. La edición cuidada y el contenido imprescindible. Muy recomendable. Detalles sobre el suicidio de Arnaldo Panizo» PLINIO, CON LAS MANOS en la espalda y el cigarro entre los labios, miraba a la plaza por el ventanal de su despacho. Cuando estaba ocioso o esperaba algo, le gustaba mucho observar a los que iban, venían o perneaban. Mejor dicho, le gustaba pensar, echando ojeos distraídos a los placeros. Salvo, claro está, que ocurriese algo muy llamativo como al solespones de aquella tarde de octubre. Y fue que vio venir en total derechura al Ayuntamiento a…
Rey Lear, 2011. 164 páginas. En los años 30 un grupo de escritores españoles viajaron a Hollywood contratados como guionistas por grandes estudios. En esa época -si no recuerdo mal- todavía no se hacía doblaje, y se creaban versiones de las películas en castellano. Este libro no son anécdotas de Poncela en esa época, sino una recopilación de artículos que enviaba para publicar en periódicos de aquí. Si un escritor hacía un viaje aprovechaba de paso para ir contando sus experiencias y se sacaba un dinerito. No muy diferente de lo que hacemos ahora con las redes sociales. En artículos breves y con gran carga de humor nos va contando como es el viaje en barco, la llegada a Nueva York, los problemas con el departamento de inmigración, el viaje en tren de costa a costa, y los entresijos del Hollywood de la época. Se añade un monólogo escrito para la actriz Catalina Bárcena, no muy diferente de los actuales del club de la comedia. Y es que está todo inventado, hasta el hacer régimen, como muy bien se queja la actriz, porque la cámara ‘te hace gorda’. Se acompaña de varias fotografías de la época y de postales manuscritas…