Autoedición. 192 páginas. De todo menos sexo Tuve la suerte de poder asistir a la presentación de la tercera entrega de estas memorias oficiosas del equipo de quiosquero más divertido del mundo. Incluso quedó constancia fotográfica en el propio quiosco; mía y de mi nena, que me acompañó al evento. Siguen las anécdotas de los clientes, los sufrimientos por la cartoná y, esta vez, más quejas sobre las distribuidoras y el día a día del quiosco. Que, por si no lo saben, no es precisamente un trabajo descansado y ocioso, sino una pelea contínua para sacar un magro resultado. Además le han concedido hace poco el premio Avecoma, merecidamente. No pierdan más el tiempo y hagan una visita a su bitácora: Pies para quiosquero, empiecen a leer por cualquier sitio, y no se arrepentirán. Actualización: Quiosquero ha tenido la suerte de poder jubilarse y ha cambiado el rumbo de la bitácora, y mañana jueves hacen una presentación por todo lo alto de sus dos últimos libros: Presentación últimas temporadas
Autoedición 2008. 176 páginas. Quiosco reloaded Segunda temporada de las aventuras de este quiosco y sus increíbles clientes. Ya comentamos aquí el libro de la primera temporada. Me gustó tanto que no podía dejar de repetir. Tuve la suerte, además, de poder ir a la inauguración algo que comenté aquí. Yo sigo diariamente las aventuras y quejas -porque el mundo del quiosco está que arde- en su bitácora: Pies para quiosquero que recomiendo encarecidamente. Humor -muchas veces teñido de negro-, personajes curiosos y anécdotas siempre sabrosas. ¿La razón de su éxito? Que saben comunicarlas muy bien y arrancarte más de una sonrisa. Si el libro lo puedes leer en internet ¿para qué el papel? Porque siempre es más placentero pasar las hojas con el dedo que con el ratón, porque se te puede ir la conexión y porque se lo puedes prestar a tus amigos tecnófobos. Todavía les quedan ejemplares pero ¡deprisa! que se agotan rápido. Una visita a la calle Bruc con Consell de Cent y llévense su ejemplar a casa. No se arrepentirán.
Diego A. Linares, 2007. 196 páginas. Vivencias de un quiosquero sin tiempo para sentarse Alguna vez he leído la pregunta ¿Tiene sentido publicar en un libro los contenidos de una bitácora? La respuesta no tiene muchas vueltas; si el contenido merece la pena ¿qué problema hay en publicarlo? Esto es lo que han hecho los integrantes del blog Pies para quiosquero con la primera temporada de su bitácora. Cuando Mezkal me recomendó el sitio, disfruté como un enano. Casualidades de la vida en ese momento tenía unas migrañas bastante fuertes y la lectura de las historias y anécdotas del quiosco sirvieron para relajarme. Al poco apareció Mezkal con este libro, así que dejé la incómoda lectura en la pantalla y la sustituí por el cómodo sillón. Aunque el placer siguió siendo el mismo. Puede que la vida de un quiosquero no sea todo lo relajada que nos parece a los clientes -sólo por los madrugones es como para pensárselo- pero el retrato de los personajes que se asoman al quiosco y el ingénio de las respuestas ante situaciones kafkianas hacen que la lectura sea tan divertida como un sketch de los Monty Python. Creo que ya han agotado todos los…