Leo en El País que Quevedo vuelve a descansar. Como ya informábamos en la entrada de los restos de Quevedo, no se tiene una seguridad del cien por cien al no existir una prueba de ADN. Lo explicaba muy bien Nieves Concostrina y se adivina en el siguiente párrafo: Los huesos de Quevedo se encontraban en la cripta de Santo Tomás de Villanueva en la citada iglesia, junto a los de animales, niños pequeños, jóvenes y ancianos, lo que ha obligado a hacer varias discriminaciones hasta quedarse con un grupo de restos que cumplían con el perfil del escritor, fallecido a los 65 años. Lo importante es que, por fin, pueda descansar en paz. P.D. Ojo al subtítulo: Los restos del escritor regresan a Villanueva de los Infantes después del estudio para su autentificación ¿Me equivoco o autentificación es un palabro?
Hace dos semanas salía la siguiente noticia en El País: Quevedo es Quevedo Un grupo de investigadores confirma la autenticidad de los restos del escritor hallados en Villanueva de los Infantes Con tal fin, los investigadores han llevado a cabo un estudio antropológico forense de los restos óseos encontrados en la cripta para posteriormente realizar un estudio antropométrico, morfológico, patológico y radiológico de estos «y establecer definitivamente su relación con la antropometría y patología de Francisco de Quevedo», según informa hoy la Universidad Yo, que algo sabía del tema, estaba esperando a que se pronunciara mi experta de confianza, la periodista y escritora Nieves Concostrina. Porque las cosas distan mucho de estar claras. Aunque Quevedo dejó muy claro en su testamento dónde y cómo debía ser enterrado, la realidad es que los vivos no hicieron mucho caso de sus indicaciones, y sus huesos han andado de aquí para allá. Cuando se mandaron a Madrid para formar parte del Panteón de hombres ilustres los eligieron más o menos al azar y con tan mala fortuna que la calavera era claramente de una mujer. Ahora el equipo de forenses ha examinado los huesos de casi doscientos muertos para buscar aquellos que por…