Capitán Swing, 2020. 190 páginas. Libro que no solo denuncia la situación de invisibilidad de las mujeres en el Prado, sino que nos analiza pinturas, nos cuenta historias que no hay que olvidar y desmonta la mirada machista de muchas de las cartelas y títulos de los cuadros. Que el feminismo va conquistando territorios no es menos cierto que todavía quedan muchos que conquistar. Apenas hay mujeres pintoras exhibidas en el Prado. No sólo tuvieron que sufrir en su momento para poder dedicarse a su arte, también tienen que sufrir ahora el olvido en los almacenes. Cada uno de los artículos pone de manifiesto un olvido o una situación machista. En mi modesta opinión en algunos casos el autor quizás lleva las cosas demasiado lejos, como cuando compara los dos retratos de Santa Catalina que pueden leer en el enlace anterior. Yo no acabo de ver que el retrato de Caravaggio sea una mujer sumisa frente a la valiente de Gentileschi. Léanlo y saquen sus propias conclusiones. Pero en general el autor da en el clavo en todas las denuncias. Un ejemplo sangrante. Mientras un cuadro que sexualiza a una niña (Inocencia) se alzó en su momento con premios, una…