Lo he leído en versión electrónica (se puede encontrar fácilmente buscando en google) así que no tengo portada, aunque por ahí he visto una de la colección Salvat antigua, de la que tengo unos pocos ejemplares medio chamuscados. Narra las aventuras de los científicos que empezaron a darse cuenta de que existían unos seres diminutos, y descubrieron su importancia en el origen de muchas enfermedades. Es una historia optimista, casi épica, propia de una época en la que la ciencia avanzada a pasos agigantados proporcionando todo tipo de adelantos. Hoy, más cínicos, nos atrevemos a ignorar la importancia de vivir en un mundo con pocas enfermedades. Es curioso que cuando se descubrió la cura de la sífilis se le hizo la siguiente crítica: Los moralistas, entre los que se contaban precisamente muchos médicos, iniciaron una protesta contra estos experimentos de Metchnikoff, diciendo: —Desaparecerá la penalidad de la inmoralidad si se extiende un medio de prevención tan fácil y tan perfecto. A lo que Metchnikoff se limitó a replicar: —Se me ha hecho la objeción de que es inmoral el intento de impedir la propagación de esta enfermedad, pero como todos los medios de profilaxis moral ha podido evitar el enorme…