El acantilado, 2000. 458 páginas. Epistolario de un genio Mozart fue todo un personaje. Pese a morir muy joven, con apenas 35 años, nos ha dejado una obra de innegable talento. Además fue un virtuoso, algo que demostró desde muy tierna edad; por suerte para él no fue tan sólo un niño prodigio. Por desgracia su genio musical estaba unido a un carácter infantil que le trajo no pocos disgustos. Este libro construye su biografía y carácter a través de una selección de sus cartas. Cuando empecé el libro pensé ¡Horror! Una aburrida recopilación epistolar. Pero nada de eso; tenía que confiar en el buen juicio de la editorial Acantilado. El autor nos presenta una semblanza espléndida de Mozart, apoyado por las propias palabras del autor. El resultado es un retrato fidedigno y muy entretenido. Además nos ofrece, de propina, una visión de la época a través de los ojos del músico. ¿Sabían que la venta de gafas de sol para ver eclipses ya estaba de moda en la antigüedad? Decididamente, los necios no son inteligentes en ninguna parte. En apariencia, de París está desterrada toda superstición, e incluso llegan a considerar supersticiosos muchos mandamientos eclesiásticos. Y, figuraos: ¡un eclipse…