Duomo nefebilata, 2011. 262 páginas. A medio camino entre la novela negra, el road movie y un cierto aire metafísico. Trepidante en su planteamiento y desarrollo y emocionante en sus cargas de profundidad escondidas. Muy bueno. Lobo no entendió muy bien por qué Marcusse ampliaba tanto el arco de la investigación, pero no le resultó del todo incómodo responder a las preguntas de un paranoico profesional que justificaba ese máximo de indiscreción alegando que, aunque sonara ilógico, en la curva del pasado también se engendraban causas. Por motivos inexplicables, a veces esas causas producían efectos en la vida de otro, mucho tiempo después. La ley de los efectos tardíos regía el funcionamiento del mundo. Un terremoto en China, por ejemplo, podía provocar siglos después una catástrofe natural al otro lado del planeta, simplemente porque en el movimiento de las placas tectónicas quedaba retenido o envasado durante décadas el efecto, hasta que ese equilibrio colapsaba. Del mismo modo, aunque no viera ya a la mayoría de las personas que había tratado y querido en su vida, estas seguían vivas en un tejido subterráneo de causas que fabricaba -y en realidad predeterminaba- los actos más íntimos y violentos de la vida. En…